Es un hecho que la cobertura de educación superior en México se incrementó en los últimos veinte años, sin embargo, no ocurrió con la misma proporción en todas las entidades del país, lo que marca retos para las nuevas políticas educativas con perspectivas de equidad e igualdad a partir de las condiciones de las regiones y entidades.

Los estados que mayor incremento tuvieron son: Ciudad de México, Nuevo León, Hidalgo, Baja California, Sinaloa, Querétaro, Puebla y Aguascalientes y los que menos crecieron fueron Chiapas, Tamaulipas, Oaxaca y Guerrero. Mientras la tasa de cobertura se incrementó en 61 puntos porcentuales en la Ciudad de México y en Nuevo León 33 puntos, en Oaxaca apenas fue de 6.1 puntos y en Guerrero 4.4.

Así, podemos observar de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, que si bien, todos los estados aumentaron su cobertura, algunos más otros menos, las brechas con respecto a la media nacional se ampliaron para 19 estados. Las mayores brechas en desventaja se observan en las entidades de sureste del país.

En el año 2000, Oaxaca tenía una brecha de 5 puntos con respecto a la media nacional y para el 2020 de 19. Si se considera que la tasa de crecimiento de la cobertura actual de Oaxaca se encuentra entre 1 y 2%, se necesitarían diez años o más para que esta entidad alcance la tasa promedio de cobertura actual del país que es de 42%. En el año 2000 Oaxaca se ubicaba en la posición 25 del logro de la cobertura del país y en el 2020-2021 en el lugar 31.

Por otro lado, los estados que se encuentran sobre la media nacional son: Ciudad de México, Sinaloa, Nuevo León, Sonora, Puebla, Queretaro, Coahuila, Aguascalientes, Baja California, Tamaulipas, Nayarit, Hidalgo y Chihuahua.

Llaman la atención aquellos casos que en el año 2000 estaban bajo la media nacional y dos décadas después se encuentran por encima, como son Puebla, Querétaro, Baja California, Hidalgo y Chihuahua, que bien ameritan un análisis de políticas, programas e inversiones en materia de educación superior para revertir rezagos.

De manera adicional y a partir de la pandemia derivada del COVID-19 y sus variantes, que obligó a todo el sistema educativo a reorganizarse en la modalidad a distancia, será importante revisar el comportamiento de las brechas de la cobertura, desde quienes egresaron de la educación media superior y no postularon, hasta los casos de reprobación y deserción, con problemas socioeconómicos, o de manera particular, debido a la falta de acceso a computadoras y conectividad.

Como un dato de referencia, podemos considerar que, en el año 2013, de los más de un millón cien mil jóvenes egresados de nivel medio superior, alrededor de doscientos mil jóvenes no continuaron sus estudios. Esta tendencia se mantuvo hasta el 2019, sin embargo, para el 2020 fueron más de 350 mil jóvenes que se quedaron sin entrar a la universidad. Es decir, de un año a otro, más de 150 mil jóvenes se quedaron fuera de la educación superior.

Para generar políticas puntuales de igualdad y equidad en el cumplimiento del derecho humano a la educación superior establecido en la nueva legislación nacional, será importante observar diagnósticos específicos para cada entidad federativa y al interior de éstas, por regiones subsistemas e instituciones.

Rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca
Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana
Twiter: @Bautistaeduardo

Google News

TEMAS RELACIONADOS