Las medidas de emergencia para hacer frente a la pandemia del coronavirus han afectado el funcionamiento de los parlamentos en todo el mundo. El rango de medidas adoptadas va desde la suspensión indefinida de las sesiones hasta el desarrollo de sistemas completos de parlamento digital, con foros virtuales para la discusión, tanto en comisiones como en pleno, y sistemas de votación a distancia, con transparencia y seguridad. Darle continuidad al trabajo de los parlamentos es crucial en momentos de crisis para cumplir a cabalidad con la función legislativa y el control democrático del ejecutivo.

Algunos países han suspendido completamente la operación de sus parlamentos. Es el caso de países con autoritarismos francos, como China y algunos países árabes, pero también de democracias consolidadas, como Canadá o el Reino Unido, donde el 25 de maro se aprobó una ley con medidas para responder a la emergencia y se decretó un receso indefinido. En otros países, los parlamentos se siguen reuniendo, pero únicamente para legislar en torno a cuestiones relacionadas con la pandemia. Algunos países, como Grecia y Brasil, desarrollaron sistemas completos para llevar a cabo sesiones parlamentarias 100% digitales. En contrapartida, existen jurisdicciones en donde se rechaza por completo la idea de legislar de manera remota, por no estar contemplada en sus marcos constitucionales. Finalmente, hay parlamentos que han adoptado soluciones intermedias, como el Senado chileno, donde los integrantes de la mesa directiva asisten al salón del pleno para conducir la sesión y el resto de los senadores asisten de manera remota.

En México, como en la mayoría de los países, no teníamos contemplados mecanismos para legislar de manera remota. La última sesión presencial del pleno de la Cámara de Diputados se celebró el jueves 19 de marzo y a partir del viernes 20 entró el vigor el acuerdo por el que se suspendían las sesiones ordinarias “hasta en tanto no se requiera sesionar por alguna causa excepcional o disminuyan los riesgos de contagio durante el traslado y reunión de más de 500 personas en un lugar cerrado.” Se dejó abierta la posibilidad para seguir presentando iniciativas y proposiciones en las comisiones de trabajo, a las que se les solicitó seguir elaborando proyectos de dictamen de manera no presencial, utilizando herramientas digitales, pero se pospuso su votación hasta el momento en que se normalicen las actividades legislativas. En las comisiones que yo participo hemos sostenido sesiones virtuales a través de Microsoft Teams para deliberar sobre proposiciones e iniciativas en proceso de dictaminación.

Una duda central en torno al trabajo virtual de los parlamentos es si se debe permitir votar y tomar decisiones vinculantes de manera remota. Desde el punto de vista jurídico, es objeto de debate si las decisiones tomadas a distancia cumplen con las reglas constitucionales y pueden considerarse válidas. Para salir de dudas, el Grupo Parlamentario del PRI ha presentado una iniciativa de reforma constitucional para permitir que los poderes legislativo y judicial, así como los órganos autónomos, puedan tomar decisiones mediante votaciones remotas, garantizando así la continuidad de poderes en la República. Entre los desafíos técnicos destaca la seguridad de las conexiones y la autentificación de los legisladores para asegurarse de que no se usurpen los votos. También es fundamental garantizar que se respete la representatividad de todas las bancadas, se cumpla con el debido proceso y con el principio de máxima publicidad, para lo cual convendría transmitir las sesiones en línea y ponerlas a disposición del público para su consulta.

La adopción de soluciones digitales para el trabajo a distancia en medio de la crisis del coronavirus representa en muchos sentidos una aceleración de tendencias que ya estaban en curso en la economía y la sociedad. Si bien es necesario cuidar que no se cometan atropellos, considero que los diputados debemos asumir el cambio y sumarnos a esta tendencia. Algunas de las soluciones para darle continuidad al trabajo legislativo, como las reuniones virtuales y el voto remoto, podrían haber llegado para quedarse, facilitando los procesos de deliberación entre los legisladores, pero principalmente la transparencia y rendición de cuentas de cara a la ciudadanía.

Diputada Federal
@cynthialopezc1

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