No hay planes para el futuro de la ciencia en México con Morena, o al menos eso dejó ver , titular de , al participar en la conferencia “Proyecto de Nación 2024-2030”, que organizó el partido político. En vez de hablar sobre el tema que indicaba el título del evento, Álvarez-Buylla se enredó en una verborrea por defender su ley de ciencia y culpar a la ciencia neoliberal del pasado.

La funcionaria dio tales maromas, que nos regaló momentos como su declaración de que con Enrique Peña Nieto no hubo “ni un sólo peso” para la ciencia, aunque en ese sexenio ella todavía recibió más de 6 millones de pesos de fideicomisos y el Premio Nacional de Ciencias (2018). También contó la historia, narrando en primera persona, de cómo antes los científicos se la vivían muy cómodos en sus cubículos, alejados de la realidad en las nubes… “Bueno, yo no”, se retractó. Al final, sobre cuál es el proyecto de la ciencia política que propone Morena para el futuro, no se supo nada.

Lee también:

Marx Arriaga contra detractores, en horario laboral

¿El controversial habrá recibido un coscorrón por sus revoltosas publicaciones en X (antes Twitter)? Durante la conferencia de prensa, el director general de declaró que ha seguido en redes sociales el debate de los Libros de Texto Gratuitos, pero que se ha “mantenido a la distancia con prudencia para evitar el linchamiento público”.

Una declaración que causa ruido pues ha sostenido calurosos intercambios con quienes han cuestionado los libros. “Aprovechen las semanas que les quedan. La mordaza jurídica está por caer e irá la nuestra…”, fue uno de los mensajes que publicó. ¿Será que la SEP vio un “área de oportunidad” y le llamó la atención? Más allá de lo que publica Arriaga, la cuestión es ¿un funcionario público puede “tuitear” diatribas contra ciudadanos en horario laboral?

Lee también:

Un ciclo que suena desafinado

La asociación civil Pro Ópera anunció recientemente un ciclo de conferencias sobre las mujeres en la ópera. El problema, nos cuentan, es que las conferencias las impartirá la coordinadora artística de la Ópera de Bellas Artes, Lilia Maldonado. A varias personas de la comunidad no les agradó la elección. No se trata de si Maldonado tiene o no la experiencia y la capacidad, sino de que a muchos les pasó por la cabeza el nombre de varias maestras, estudiosas y artistas que le habrían dado más riqueza al proyecto. Punto y aparte de esta elección, que algunas defienden como acertada, en radio-pasillo se señala los reflectores que tiene e incluso hay quien avizora que es tal su exposición que bien podría seguir siendo funcionaria en la próxima administración. Así las cosas con los intereses de la 4T.

Escribanos a

Lee también:

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.