Hace unos días le informamos sobre uno de los avances más importantes del año del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Se dio a conocer en un boletín el primer análisis detallado de los restos de la Señora SAS, como se le denominó al esqueleto de una mujer prehispánica descubierto en mayo pasado en Palenque. Y aunque el estudio y la interpretación de estos vestigios humanos ayudará al conocimiento del pasado del sureste mexicano, una discusión se desató en redes sociales entre la comunidad de arqueólogos. Resulta que en las fotografías que acompañaron al boletín, se aprecia al responsable de la Sección de Osteoarqueología del Proyecto Arqueológico Palenque, Luis Núñez Enríquez, manipular el cráneo de la Señora SAS sin ningún equipo de protección. Sin guantes, cubrebocas ni ropa especial, se observa en varias imágenes a Núñez Enríquez tocar los restos humanos y, lo que puede ser peor, se aprecia que algunos restos, incluido el cráneo, estaban envueltos en papel aluminio, “cual mixiote”, expresó una arqueóloga en redes sociales. Ante la magnitud de este estudio, cabe preguntarse porque el INAH no les dio el equipo adecuado a sus investigadores o si simplemente fue un descuido de los responsables del proyecto. En ambos casos, el INAH tiene que echarle un mejor ojo a sus comunicados y boletines.
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