En la, que tiene su sede en la UNAM, nos cuentan que ha comenzado una campaña contra las autoridades de esa institución. El problema, nos dicen, es económico. Comenzó con la exigencia de que se abran las salas 2, 3 y 4 de la Biblioteca y que no haya una única sala de consulta; pero a partir de ahí las cosas se han agudizado. Los trabajadores han llevado sus quejas a las cartulinas en la entrada, pasillos, sala principal y acceso al Fondo Reservado, en las que acusan al doctor Pablo Mora, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, de ser un represor y hacer mal uso administrativo. Pero los trabajadores también la han agarrado contra Alicia Magallón, encargada de la Secretaría Administrativa. No es la primera vez que los trabajadores toman las mantas, pero ahora incluso exigen la salida de Mora y de Magallón, claro, hasta que no cumplan sus demandas. Muy agitado anda el ambiente en varios lugares de la UNAM.

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melc

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