Por motivos de trabajo visité recientemente la ciudad de Austin en Texas. Aprovechando el gusto de mi cliente por las armas de fuego, le pedí que me llevara a un campo de tiro para practicar. Al entrar a las instalaciones, resultaba imposible no recorrer la tienda, la cual contaba con un gran inventario de armas cortas dentro de grandes vitrinas y también de armas largas de calibre militar montadas sobre las paredes con un display color azul y pantallas que hacían ver al lugar como un bar de moda. Todo este armamento al alcance de cualquiera con licencia para manejar, una revisión de antecedentes vía web que toma unos minutos, y por supuesto, el dinero para la compra.

Pregunté si me era posible comprar en ese momento cuatro o cinco rifles de asalto tipo AR-15, DDM4, AR-10 y/o FN-15, la respuesta del sonriente empleado fue un entusiasta “no problem!”. Esto solo abrió mi apetito para seguir cuestionando, ¿y puedo regresar en tres o cuatro de días y comprar otra tanda igual?... “no problem!”, ¿y la semana entrante, puedo hacerlo nuevamente?... “yes”, ¿y si ahora quiero llevarme 100 cajas de balas, puedo?... “yes, no problem”. A esta altura, el vendedor ya no sonreía y me veía de manera muy extraña. Así de fácil puede ser adquirir armas en la frontera norte, especialmente en Arizona y Texas.

Este es un ejemplo acerca de la complejidad para evitar el contrabando de armamento de grado militar a nuestro país. Es imposible contabilizar las armas traficadas ilegalmente, pero hay datos sólidos que indican que aquellas de origen norteamericano se utilizan con una mucha mayor frecuencia en delitos violentos en México que en los mismos Estados Unidos.

Hugh Crumpler III, militar retirado y guía de pesca en Florida, fue sentenciado a 30 meses de prisión después de revender, sin control alguno, alrededor de 1,000 armas que él adquirió legalmente durante una década, varias de las cuales cruzaron la frontera hacia el sur del continente. ¿Cómo es posible que una sola persona haya comprado un arsenal de esas dimensiones sin que nadie cuestione nada?

Según los registros de la FGR, los archivos sobre armas recuperadas en escenas del crimen indican que de 93,078 unidades que fueron recuperadas entre 2006 y 2017, cerca de la mitad eran rifles de asalto. Acorde a la agencia norteamericana de alcohol, tabaco, armas de fuego y explosivos, el 70% de las armas recuperadas en México provienen de compras legales en armerías, ferias (gun shows) e inclusive por internet.

Es claro que los rifles de asalto son los favoritos para la delincuencia organizada en México, ya que son clave para controlar su territorio, erradicar a la competencia, y lo más importante, combatir como iguales a las fuerzas de seguridad. Esto sería imposible llevarlo a cabo solo con pistolas y revólveres.

Hemos padecido muchos años de derramamiento de sangre. México ha acusado a Estados Unidos de esfuerzos insuficientes para evitar el mercado negro de armas. Durante el año 2020, las autoridades fronterizas lograron incautar alrededor de 350 armas en los puestos de control. Sin embargo, se estima que anualmente alrededor de 210,000 entran ilegalmente a México.

Es hora de que López Obrador ponga este tema sobre la mesa con su homólogo norteamericano. El amplio acceso y la facilidad para adquirir estas armas han puesto en riesgo la estabilidad y gobernabilidad en múltiples municipios mexicanos ante las organizaciones criminales que no se tocan el corazón para utilizarlas en contra, no solo de las fuerzas del orden, sino también de la población civil.

El tráfico ilegal de armas es un factor clave por el cual estamos inmersos en una ola de violentos homicidios, los cuales se han intensificado exponencialmente desde hace una década. La venta de rifles de asalto en el país vecino del norte no se va a detener, la frontera es porosa, y el apetito por estos fusiles por parte de los criminales es enorme. Con Donald Trump este era un tema vetado, con Joe Biden se abre una puerta para discutirlo al menos.

POSTDATA

La marcha del día internacional de la mujer se llevó a cabo hace una semana, decenas de mujeres han perdido la vida desde entonces por el solo hecho de ser mujeres. El gobierno se mantiene petrificado sin mover un dedo al respecto.

Consultor en seguridad y manejo de crisis.
@CarlosSeoaneN

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