En no pocas veces hemos criticado cintas que en lugar de mostrar nos platican las cosas. Lo cual es un despropósito monumental dado que el cine -evidentemente- es un medio visual. Claro, a veces ver a dos personajes hablando pueden entregar un momento de tensión que eleva la cinta, pero la mayoría de las veces uno espera del cine imágenes, no diálogos.

Eso es justo lo que entrega The Quiet Girl (Irlanda, 2022), La Niña Callada, segundo largometraje del director irlandés Colm Bairéad, basada en la novela Foster, de Claire Keegan donde narra la historia de Cait (sorprendente Catherine Clinch), una niña de 9 años que vive en una familia disfuncional en la Irlanda de principios de los ochenta. Su padre es alcohólico y su madre no es precisamente un dejo de dulzura. Ella está embarazada de nueva cuenta (tiene 5 hijas) y justamente Cait es la más tranquila y callada de todas, pero es la que más molestan en la escuela, la que más molestan sus hermanas y la que sigue mojando la cama incluso a su edad.

Su madre, cansada de todos los problemas en los que se mete Cait, decide mandarla con una pariente lejana a vivir unos meses en lo que ella tiene a su bebé. Lo que sucederá es que Cait encontrará a una familia diametralmente opuesta, un matrimonio que poco a poco la irá aceptando en una casa con reglas muy diferentes, donde hay agua caliente para bañarse, donde los gritos no son la música de todos los días y donde justamente su presencia aviva el cariño de esta pareja que, nos enteramos, tiene ciertos secretos que se irán revelando poco a poco.

Todo hasta aquí podría sonar muy convencional, pero es que mucho de lo que les he narrado no sucede con diálogos, sino con imágenes. El arma secreta del director no solo es su fotógrafo, Kate McCoullough, sino también la niña, interpretada por Catherine Clinch, debutante con una habilidad innata para transmitir emociones con su mirada, con su expresivo semblante, incluso con el mutismo en sus labios.

Es así como el director Colm va desdoblando esta historia con silencios, con imágenes casi oníricas, con elementos mínimos, de apariencia inconexa, pero que siempre suman a la genial atmósfera que el cineasta va creando para llevarnos a un final absolutamente demoledor. Y ojo, que nada de esto se entienda como una invitación al aburrimiento, la cinta de hecho maneja cierta dosis de suspenso que te lleva rumbo a su poderoso desenlace.

The Quiet Girl fue nominada en la pasada entrega de los Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera y es además una cinta hablada en irlandés, un idioma que está catalogado como en peligro de extinción por la Unesco. La nominación fue todo un evento en Irlanda, y aunque no se llevó la presea, el Oscar le sirvió para que la cinta se conociera por todo el mundo, poniendo énfasis en lo importante de la conservación del idioma irlandés.

La niña callada es una pequeña cinta que se despoja de los diálogos para conmovernos mediante un depurado lenguaje cinematográfico. De lo mejor que se podrá ver en el año.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS