Un hecho común después de estos grandes años donde el movimiento feminista ha ganado mucho territorio, es precisamente que como sociedad aún no hemos sido capaces de entender las circunstancias de fondo que nos someten por el hecho de ser mujer. La violencia sistemática de género o la desigualdad laboral que vivimos por el simple hecho de ser mujeres.
¿Dónde estamos en este 8M? ¿Cuántos pasos hemos avanzado? ¿Cuántos hemos retrocedido? ¿Cuánto nos falta? Son algunas de las cosas que me pregunto conforme llegamos a otro aniversario.
Creo que aún estamos algo lejos de la meta, pero lo que es seguro es que hemos avanzado muchísimo. Hoy, por ejemplo, no está en duda que la violencia de género habita casi todas las aristas de nuestra sociedad, desde los roles de género hasta lo laboral. Poder reconocer su presencia me parece que es un avance. Donde aún creo que falta mucho es en la forma en la que democratizamos el feminismo. En el que lo hacemos parte de todas pero también de todos. Para que precisamente no se entienda como una lucha entre géneros sino una que combate la violencia que esta desigualdad genera.

En la vida política también se da esta lucha. Mientras en los gobiernos de ultraderecha se someten los avances obtenidos como el lenguaje inclusivo, en otros países se gana el derecho universal del aborto. Desde el lenguaje hasta el derecho sobre nuestros cuerpos, son territorios por los que precisamente debemos seguir de pie en esta lucha. Debemos reconocer y avanzar sin descanso en estas aristas que hoy necesitan al movimiento de todas y todos con perspectiva de género.

En mi opinión, no es más feminista quien marcha o no marcha, sino quien es consciente de su entorno, de su convicción por un mundo más justo en todos los aspectos. El 8M es precisamente una oportunidad para generar esa consciencia.

Somos las hijas, las hermanas, las esposas y las madres las que debemos comprender de fondo que más que una celebración, el Día de la mujer es un día de reflexión y un día de lucha, pero no una lucha violenta sino una lucha que gana territorio mientras avanzamos hacia esta justicia aún incompleta en la que vivimos.

Hoy, debemos saber que todos los días son el 8M, pues todos los días estamos dispuestas a que no exista más agresiones contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. Todos los días buscamos una equidad laboral, todos los días queremos que las mujeres sean reconocidas por su trabajo y su conocimiento y no por las ideas que estereotipan nuestros cuerpos. Hoy para mí es importante que aboguemos por un movimiento que todas y todos los ciudadanos hacia este otro mundo que es posible. No sólo en el feminismo y la erradicación de la violencia de género sino de las posibilidades de crear espacios que partan del diálogo y el intercambio justo de ideas, pues creo que solo así se construye una sociedad que se convierte en un lugar mejor para todas y todos.

@alepuente100

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