En los últimos meses ha sido posible apreciar cómo es que la sociedad mexicana está dividida en dos frentes. Entre aquellos que sin lugar a dudas apoyan las decisiones del gobierno federal sin cuestionar más, y entre aquellos quienes ante la falta de diagnósticos robustos han decidido mantenerse al margen o simplemente mostrar abiertamente su rechazo.

A lo largo de estas líneas, haré referencia de cómo es que el presidente ha logrado cimentar su apoyo social a través de mensajes simples y muy concretos, y cómo es que las organizaciones de la sociedad civil, académicos y especialistas en temas de seguridad y justicia nos hemos quedado rezagados en la forma de comunicar nuestras inquietudes y cuestionamientos ante las medidas implementadas por el ejecutivo. Retomo al robo de hidrocarburos y la conformación de la Guardia Nacional, por ser los dos temas que más se han comentado en las últimas semanas.

Empecemos con un bosquejo de los datos que han salido al respecto. El 14 de enero, el periódico El Financiero (1) realizó una encuesta a más de 410 mexicanos distribuidos en diferentes zonas del país, a quienes les preguntaron qué tan de acuerdo o desacuerdo estaban con que el gobierno combatiera al huachicoleo, así como con el cierre de ductos y el desabasto como consecuencia de esta estrategia. En la primera pregunta se obtuvo un 89% de preferencias y en la segunda más del 60% de la población encuestada manifestó su apoyo, incluso en aquellos estados en donde había desabasto. En este mismo sentido se presentaron los resultados de la encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica, en la que el 77% de las 1000 personas que entrevistaron estaban de acuerdo con esta medida del gobierno.

Por otro lado, la creación de la Guardia Nacional, en el último sondeo realizado por Reforma a finales de noviembre, reportó que el 59% de las personas encuestadas estaban a favor de este nuevo cuerpo, mientras que sólo el 14% estaban en contra (2). Además, esta encuesta arroja ciertos atributos asociados a la figura de Andrés Manuel López Obrador que le han permitido reforzar su figura de autoridad con la gente. De manera general, lo consideran conciliador (62%); tradicional (62%); honesto (60%) y sincero (52%). Por su parte, a mediados de enero de este año, El Financiero reportaba niveles de aprobación a su gobierno por encima del 70%.

Si bien, son meros sondeos, lo que es claro, es que los porcentajes obtenidos por parte de Obrador, bien podrían ser motivo de envidia de administraciones anteriores, las cuales al entrar al su periodo presidencial no rebasaron siquiera el 55% de opiniones a su favor. Parece ser que, en el clima social, aún se respira un poco del ambiente vivido durante la época electoral en la que las posturas a favor o en contra de algún proyecto político suelen radicalizarse.

Una posible respuesta ante este escenario, es que el tipo de comunicación que se está desarrollando desde la presidencia ha sido lo suficientemente acertado para mantener a Obrador con altos niveles de popularidad y legitimidad social. De manera recurrente, el discurso central del gobierno federal se ha basado en el hecho de que recibieron un gobierno en total descomposición, el cual hay que reconstruir desde sus bases. En palabras del presidente “dejaron un gobierno igual que un toro viejo y reumático de avance lento” (3).

Lo que es un hecho es que esta estrategia ha permitido colocar los temas que el presidente elija en la agenda nacional y pareciera ser que a diferencia de los especialistas en el tema y de sus antecesores, hay un manejo efectivo en las palabras que selecciona para cada uno de sus discursos los cuales logran quedar en la memoria colectiva.

Incluso, es probable que los resultados obtenidos por las encuestas antes citadas sean parte del trabajo ya hecho. En la mayoría de los casos, se puede identificar cómo es que en sus entrevistas e interacciones con el público hace uso recurrente de adjetivos calificativos, respuestas y asociaciones simples que evitan que el receptor del mensaje genere dudas o quiera seguir cuestionando. De manera recurrente, suele utilizar la frase “ya se acabó la corrupción”, “yo tengo otros datos”, “los soldados son pueblo uniformado” o asociar los valores familiares como una respuesta ante el problema de delincuencia que vive el país.

Es decir, recurre a mensajes simples que puedan ser entendidos por los diferentes segmentos de la sociedad, sin importar que en el fondo, éstas sean respuestas ciertas o no, pero siempre con el objetivo de mantener a un público cautivo.

¿Quién diría no, si la promesa es acabar con la Policía Federal a cambio de militares que pongan orden en las calles, o reducir el número de tomas clandestinas porque otros se los roban?, esto, aunque no se entienda muy bien cuál o en dónde está el problema. Así de simple son las asociaciones que se buscan generar.

En el otro lado de la moneda, en donde seguro se encuentra el 14% de aquellos que están en contra de la Guardia Nacional y de las estrategias sin base ni sustento, está el grupo conformado por un gran número de organizaciones de la sociedad civil, académicos, consultores especializados y perfiles políticos que desde antes de que el presidente ganara, subrayaron la necesidad de salir de los discursos generales durante su campaña para focalizar las estrategias en materia de seguridad y justicia.

En los últimos meses, sus argumentos, en especial en torno a estos temas no han pasado de intercambios en las redes sociales y de mucho material que se ha presentado ante autoridades para poder contribuir en la toma de decisiones. Sin embargo, el discurso no logra permear a otros sectores poblacionales, de tal manera que generen la suficiente presión para que el ejecutivo rectifique sus iniciativas, como en el caso de la Guardia Nacional.

Ante este caso, como sociedad civil tenemos una deuda pendiente. Por un lado, no hemos logrado poner en la agenda de seguridad temas que se han venido trabajando desde hace años, y que entendemos que son parte de un problema llamado falta de Estado de derecho. En este caso y desde nuestra perspectiva, no es el huachicoleo un delito aislado que con el cierre de ductos y las buenas intenciones va a terminarse. Ésta es una dinámica que, si bien ha sido tolerada por funcionarios, empresarios y comunidades, los incrementos en las tomas clandestinas coinciden con la aparición de nuevas células criminales que han hecho de este delito, uno de sus flujos financieros más importantes.

Sin embargo, este tipo de reflexiones no se encuentran en la mesa del presidente y salen del conocimiento del resto de la población. Por lo que un primer paso, sería simplificar el lenguaje en nuestros discursos y nuestras apariciones para que el mensaje sea entendido de manera correcta. En la mayoría de los casos, hablar de desmilitarización, de delitos de alto impacto, de fortalecer a los policías de proximidad y otros temas semejantes, quedan fuera del entendimiento del ciudadano que no está involucrado en estos temas y que prefiere información digerible con mensajes muy concretos.

A nuestro alcance, tenemos las benditas redes sociales y nuestras participaciones en distintos medios de comunicación, en los que debemos hacer un ejercicio de síntesis que permita refinar el mensaje para dar posturas muy concretas. Ya no es momento de los lenguajes rebuscados y de las ideas generales, necesitamos llegar a la gente y que sean ellos los que decidan qué postura les parece mejor y qué demandas deben ser prioritarias para nuestros gobernantes.

Laura J. Ambrosio Jaramillo

Coordinadora de Estudios Especiales

@ObsNalCiudadano

(1) Moreno, A. (2019). El 89% de los mexicanos respalda el plan de AMLO contra 'huachicoleo'. enero 29, 2019, de El Financiero Sitio web: https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/el-89-de-los-mexicanos-respalda-el-plan-de-amlo-contra-huachicoleo
(2) Redacción. (2019). Encuesta Reforma: Apoyan la Guardia y consultas de AMLO. Enero 20, 2019, de Reforma Sitio web: http://www.zocalo.com.mx/new_site/articulo/encuesta-reforma-apoyan-la-guardia-y-consultas-de-amlo
(3) Redacción. (2018). AMLO dice que dejaron un gobierno que parece “toro viejo y reumático”. enero 29, 2019, de Huffingtonpost, México Sitio web: https://www.huffingtonpost.com.mx/2018/12/22/amlo-dice-que-dejaron-un-gobierno-que-parece-toro-viejo-y-reumatico_a_23625474/

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