El gobierno no es el único responsable de prevenir y erradicar la ; para atender este problema hay que voltear a ver a la sociedad y cambiar la cultura machista que hoy “permite” el asesinato de 11 mujeres a diario, considera Tania Turner, directora ejecutiva de la organización social Fondo Semillas.

La especialista advierte que si la sociedad no es más solidaria y pacífica la violencia contra las mujeres va a seguir siendo una constante en México. Propone implementar políticas públicas en materia educativa para acabar con la idea de que los hombres son más capaces que las mujeres, además de eliminar cualquier creencia que justifique las agresiones contra ellas.

“Lo que tendríamos que lograr es que la violencia en contra de la mujer sea tan inimaginable como el canibalismo”, señala.

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La experta comparte que su asociación ha iniciado una campaña para recaudar un millón 100 mil pesos. El dinero será entregado a organizaciones que estén atendiendo a mujeres afectadas por el Covid-19.

Fondo Semillas es una organización feminista que trabaja en la mejora de la vida de las mujeres en México. Financia a grupos y organizaciones de mujeres.

¿Cuál es el panorama de la violencia de género?

—Estamos hablando de un país donde 11 mujeres y niñas al día son asesinadas por ser mujeres, solamente porque se puede, porque hay una cultura que aparentemente da permiso, permite que esto suceda, y eso es por lo que nosotras estamos luchando.

Es muy grave lo que vimos en la pandemia en términos de incremento de la violencia en los hogares; también la violencia afuera, eso ya lo veíamos incrementar desde antes de la pandemia, pero ahora con la emergencia desgraciadamente muchas mujeres tuvieron que quedarse encerradas con sus agresores.

¿Cómo evalúa la respuesta del gobierno ante esta realidad?

—Esta situación de violencia en contra de las mujeres no se la podemos achacar al gobierno actual ni tampoco a los anteriores, pero sí se la podemos achacar a una falta de política pública y de una real conciencia. Hay que darse cuenta de que esto es un problema en crecimiento porque hay una cultura machista donde se piensa que hay una desigualdad de facto entre hombres y mujeres, que las mujeres son el sexo débil, que hombres y mujeres no tienen las mismas capacidades.

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El gobierno tiene su parte, se la estamos exigiendo, pero no podemos dejar que sólo el gobierno haga esto porque los cambios culturales no van a ser sólo por política pública, debe haber un cambio de conciencia muy fuerte.

La violencia de género aumentó en la pandemia, ¿cómo se reaccionó a eso?

—[Las autoridades] tuvieron que activar muchas cosas al mismo tiempo [para atender la emergencia sanitaria] y es complicado generar un cambio cultural. Si no se habían hecho ya políticas públicas efectivas antes de la pandemia, echar a andar algo que cambiara las cosas cuando estábamos dentro de la crisis era mucho más complicado.

Tuvimos una respuesta a la violencia insuficiente, como era antes de la pandemia. Lo que necesitamos, desde mi punto de vista de manera institucional, desde Fondo Semillas, es un cambio que todos generemos.

Su ONG tiene 30 años, ¿qué tanto ha cambiado la cultura machista en ese tiempo?

—Definitivamente ha cambiado. Es un hecho que hay más mujeres en el mercado laboral, ya está mal visto en muchos espacios que se piense que las mujeres sólo quieren tener hijos.

Vemos muchos cambios, pero desgraciadamente el país entró desde hace mucho tiempo en un ciclo de profundización de la violencia, de corrupción, de impunidad y mucha presencia del crimen organizado.

Tomando las teorías de Rita Segato: el cuerpo de las mujeres es un territorio a colonizar y es un territorio de dominación. Siempre ha sido así en la historia del mundo y en México lo estamos viendo, muchas de las maneras de tomar comunidades, de aterrorizar comunidades, es a través de la violación de las mujeres, de la desaparición de las niñas. Ha habido cambios, ¿pero si no se termina de concretar ese cambio cultural?

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Creo que hay muchas cosas cambiando, pero si no logramos una sociedad más solidaria y pacífica esta situación de violencia contra las mujeres va a seguir siendo constante en nuestro país.

¿Cómo debería ser una política pública ideal para lograr estos cambios?

—Tiene que atacarse por diferentes frentes, lo que tenemos que pensar es qué necesitamos. Necesitamos igual acceso a educación, a salud, a vivienda digna.

Hay que buscar darles más oportunidades a las mujeres para llegar a un piso común y entonces otorgar condiciones exactas de igualdad, que entonces sean las capacidades, sin importar si son de hombres o mujeres, las que indiquen, por ejemplo, en términos de trabajo, quién se queda o no se queda para laborar.