Durante 2020, muchas familias mexicanas dejaron pendientes celebraciones como graduaciones, cumpleaños, los días del Padre o de la Madre debido a las condiciones de aislamiento y sana distancia ocasionadas por la alerta sanitaria de la pandemia de Covid-19.

Los principales festejos de esta epoca decembrina son la Navidad y el Año Nuevo, que en esta ocasión fueron y serán distintos a los de años anteriores.

De acuerdo con expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la sociedad privan la incertidumbre y la preocupación por la posibilidad de contagio del coronavirus, situación que se agudiza durante la temporada decembrina.

Ven con el fin de año tiempo para reflexión
Ven con el fin de año tiempo para reflexión

Desde el punto de vista clínico, la experta recomendó que con el propósito de que el ambiente navideño no se torne triste, las personas deben anticiparse de una manera positiva; es decir, hay que entender que la ansiedad y el estrés están vinculados las más de las veces, sobre todo, con la incertidumbre porque no se sabe qué pasará.

Precisó que, en el caso de la pandemia, hay gente que todo el tiempo tiene la inquietud de saber si puede salir, si puede convivir o cuándo cambiará el color del semáforo epidemiológico, pero afirmó que es tarea de cada persona aprender qué se puede hacer y qué se puede controlar, con ello, sostuvo, las personas deberán desarrollar capacidad de resiliencia.

“[La resiliencia] ésta entendida como la capacidad para superar las adversidades y fortalecernos de ellas para que nos ayude a anticiparnos y generar alternativas de solución para mejorar nuestra salud mental”, manifiesta la académica de la UNAM.

Los expertos de la Universidad Nacional comentaron que la población deberá tener extremo cuidado con la economía, ya que, en esta temporada, está acostumbrada a gastar y con la coyuntura tan difícil que se ha generado a causa de la situación sanitaria se han reducido los niveles de producción, y ello parte de la actividad económica.

“Recientemente hemos vivido en una coyuntura difícil para la economía, ya que la situación sanitaria ha provocado que muchas empresas hayan reducido sus niveles de producción y, con ello, el consumo, paralizando parte de la actividad económica por la incertidumbre, y provocando un menor crecimiento en la creación de empleo”, considera David Bonilla Vargas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

El investigador añadió que esta pandemia es una oportunidad para poner en prácticas conceptos como sustentabilidad, lo cual implica un cambio de vida y fomenta una reflexión no sólo en materia ambiental, sino a nivel social y en la economía y con ello evitar las compras innecesarias.

Bonilla Vargas hace ver que, debido al incremento de ventas en línea, la producción ha aumentado y, con ello, se conservan algunos empleos; sin embargo, continúa la generación de gases de efecto invernadero, ruido y basura; por ello, considera la necesidad de crear un fondo de sustentabilidad y una estrategia de planeación urbana que incluya la sustentabilidad, el empleo, la urbanización y el transporte.

En este sentido, Mark Olson Zunica, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, refirió que en el mundo existen cerca de 120 especies de pinos, de las cuales, 50 son de origen mexicano; sin embargo, la mayoría de árboles de Navidad que se venden aquí provienen de Estados Unidos, Canadá o Italia, razón por la cual se pagan costos de transporte, carbono y energía fósil para trasladar, y esto no es un consumo sostenible.

Olson Zunica puso énfasis en que México debe transitar a fuentes de energía sustentables y disminuir sus expectativas en energías fósiles que se están acabando. Para muchas personas, esta es una temporada que invita a reflexionar sobre el año que termina y el que está por iniciar. El experto concluyó que la Navidad y el Año Nuevo sustentables motivan a recapacitar sobre los impactos ambientales de cada acción.

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