A pesar de los avances que se han dado en materia de democracia paritaria , la violencia política contra la mujer es una actitud a vencer , dijo la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Senado, Diva Gastélum Bajo (PRI).

Señaló que a la mujer se le ponen obstáculos , se le niegan las prerrogativas que la ley otorga a quienes compiten por un cargo, y a pesar de las desventajas impuestas, van hacia adelante, afirmó la senadora priísta.

“La democracia paritaria no se puede concebir si no la blindamos; lo que buscamos es una participación igualitaria en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, pero especialmente de nuestra participación política”, expresó.

Diva Gastélum Bajo presentó el quinto informe de labores de la Comisión para la Igualdad de Género, y advirtió que de todos los partidos a candidatas las asignan a distritos perdidos, además de que se les niegan los apoyos.

Relató que es común que se les diga: “No te puedo dar dinero, porque el recurso que tenemos es para los señores, ustedes no saben hablar, no se saben parar; además de que ‘calladita’, nos dicen, porque en política este mundo está construido para los hombres”.

La desigualdad en política se ha desterrado poco a poco; en la Cámara de Diputados 42% de las curules son ocupadas por mujeres, y esto, dijo, lo dio la democracia paritaria.

“Yo he sido muchas veces víctima de violencia política, de persecución”, dijo la senadora priísta, y planteó que en el empeño de realizar una trayectoria política, las mujeres “debemos tener fortaleza y permanencia”.

Por los avances logrados, dijo que “después del derecho al voto de la mujer, es impresionante la promoción a favor de la mujer que ha impulsado el Presidente Enrique Peña Nieto”; la democracia paritaria se empieza a notar en la composición del Congreso.

Los avances se han registrado, al tiempo de que las mujeres enfrentan obstáculos, y en el caso directo del PRI, Gastélum dijo que ella resistió obstáculos, como también le ocurrió a Carolina Monroy, como secretaria general del PRI, presente en la reunión.

Dijo que hombres de su partido, en el estudio de la legislación dirigida al fomento de la democracia paritaria, se oponían a que un hombre sea sancionado administrativamente, inhabilitado o ir a la cárcel. “Diva, ¿de dónde sacaron eso? ¿Cómo se les ocurre? Sí se nos ocurre”, expresó.

Por participar en política “hay mujeres asesinadas, como la presidenta municipal de Temixco, por ejemplo; hay mujeres secuestradas, levantadas”, dijo. La violencia normalizada es aquella que tiene que ver con: ‘mándala y luego le metes todos los obstáculos que tienen que ver para que no llegue’ ”.

Informó que prepara un libro que titulará: “Los 101 casos más nombrado de violencia política de este país contra las mujeres”, que pueden ser miles, y en las que se señalan casos en los que se señala “levantaron a mi esposo, mataron a mi hijo para que no participara; me secuestraron, me quitaron la propaganda, llegué a un evento y me dijeron ‘aquí no entran las mujeres’, o como el caso de Rosa Pérez, de Chiapas”, que tiene una historia de dificultades.

“Hemos hecho historia y Rosa Pérez es un ejemplo de por qué tenemos que luchar porque la violencia política se quite de las prácticas entre hombres y mujeres para la democracia de este país”.

Ella ganó un proceso interno por usos y costumbres; “triunfó en la elección constitucional y le dijeron: “Qué crees, sí, ganaste, pero te vas de aquí, tu vida corre peligro”.

Rosa Pérez fue a tribunales, y ganó una vez, dos veces, tres veces, hasta que le dijimos a la autoridad estatal “oiga, yo temo por la vida de ella”. La respuesta de las autoridades fue: “Mejor llévensela para su casa y pobrecita, sí ganó, pero no puede ejercer el mandato de presidenta municipal”. Pero Rosa Pérez siguió en la lucha y está como alcaldesa de Chenalhó, Chiapas, por el PVEM.

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