Antonio Arizpe Mireles, quien fuera director general de la entonces Policía Federal de Caminos (PFC) durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, comenta que uno de sus logros fue la creación de la primera academia de policías en San Luis Potosí el 1 de julio de 1994.
“Cuando, el entonces presidente me dijo que dónde estaba el plano, mostré una maqueta, le manifesté que los arquitectos y los ingenieros no iban a cobrar…
“Tenía 500 habitaciones para los alumnos, comedor para mil comensales, aulas, stand de tiro automatizado, contábamos con 14 helicópteros”, expresa Arizpe Mireles en entrevista con EL UNIVERSAL.
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Recuerda que con el cambio de gobierno se presentó con el entonces presidente Ernesto Zedillo para despedirse, pero le dijo que se mantuviera en el cargo.
El exdirector de la PFC destaca que en 1997 recibió una visita del cónsul de Estados Unidos, quien le comentó que Bill Clinton, entonces presidente de Estados Unidos, lo quería conocer en persona, pero que no vistiera el uniforme de la corporación.
“Fue en un hotel de Polanco… El presidente Bill Clinton me habló como si nos conociéramos, me felicitó por toda la trayectoria”, refiere al momento de mostrar la fotografía con el exmandatario demócrata.
Resalta que, en septiembre de 1998, padeció un coma diabético al salir de su oficina y perdió el conocimiento; “desperté nueve horas después en un hospital y al otro día Zedillo me comentó que ya no podía seguir y que le diera una terna… nuestro exceso de trabajo y responsabilidad…”
Comenta que no fue en su niñez o pubertad que pensara en algún momento desempeñarse como policía, fue hasta el año de 1964, cuando estudiaba Ingeniería de Minas y Metalurgia, que llegó a su casa el comandante de la plaza Piedras Negras, Coahuila, Armando Cordero Vaca.
“El comandante federal de la policía de caminos que era conocido de la familia, llegó a mi casa, se impresionó mi madre… me invitó a tener una plática con él y me dice: Antonio, sé que estás estudiando Ingeniería [estaba en el cuarto semestre], pero con la confianza que te tengo pienso que tú en especial podrías llegar a ser un buen policía federal de caminos.
“Ante el impacto de esa propuesta me dijo que no era necesario que le contestara en el momento [mañana nos vemos y me dices] y que lo pensara, al otro día le dije voy a probar, me animé por la fama que tenían los elementos, su formalidad, el profesionalismo de la corporación”, relata.
Arizpe señala que realizó los exámenes físicos, de cultura general, sicométricos y fue aprobado, posteriormente cursó la academia y al concluir empezó a trabajar en Coahuila, Saltillo, de donde es originario.
Muestra una foto al lado de su motocicleta y refiere que cuando terminó el curso de cadetes, ya tenía órdenes para Saltillo e inició su carrera.
Detalla que en la corporación los cambiaban según las necesidades del servicio a nivel nacional, por lo que entonces recibían órdenes para trasladarse a otros estados.
“Conocí las carreteras de los estados… me dieron órdenes para trabajar en Querétaro, luego me asignaron como jefe de seguridad y ayudante del señor secretario de Comunicaciones, don Eugenio Méndez Docurro, porque en ese tiempo secuestraron al director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) de Comunicaciones y Transportes.
“En ese entonces era presidente Luis Echeverría… para que no ocurrieran esos eventos ordenó que todos los secretarios de Estado tenían que tener su escolta”, refiere.
“Cuando me dí de alta fui el policía federal de caminos 375, entonces había 375 elementos para cubrir esa red de carreteras, era una jornada muy agotadora con mucha responsabilidad, te enseñan a conocer tu capacidad.
“Un gran espíritu de cuerpo, siempre con cursos de actualización para estar al día… el policía de caminos fue alcanzando fama, conocían nuestra labor a nivel internacional”, puntualiza.
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