En México hay condiciones para que se registre una tercera ola de contagios por y las vacunas, por el ritmo con el que se están aplicando, no serán suficientes para frenar esta situación, advierte Laurie Ann Ximénez-Fyvie, doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard.

En entrevista con la experta considera inevitable que en México haya un nuevo repunte de casos de coronavirus, incluso más grave que el de diciembre-enero, porque las autoridades no han implementado una estrategia para frenar las infecciones, ya que se han reabierto varias actividades y la gente ha bajado la guardia.

La autora del libro Un daño irreparable: la criminal gestión de la pandemia en México (editorial Planeta) también basa su predicción en lo que está ocurriendo en países como Francia e Italia, donde ya se dictaron nuevos confinamientos por un aumento de casos, y en Brasil, donde ya se han aplicado millones de vacunas, pero en días pasados hubo un nuevo máximo de contagios, al reportarse 90 mil en un día.

“Nuestra curva es muy parecida, nada más que cronológicamente vamos atrás de ellos tal vez unas cuatro o cinco semanas”, alerta la especialista al comparar a México con los países de Sudamérica que están atravesando un panorama adverso.

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La doctora Ximénez-Fyvie no es la única que ha hecho hincapié en la posibilidad que hay de una tercera ola de contagios en el país; esto también fue declarado recientemente por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien admitió que aunque México lleva varias semanas con el número de casos a la baja, en cualquier momento puede haber un repunte.

En la opinión de la jefa de Laboratorio de Genética Molecular en la Facultad de Odontología de la UNAM, esto se explica porque las nuevas variantes del Covid-19, que según algunos estudios pueden ser más contagiosas, ya se están distribuyendo en el mundo.

¿Es posible que en México haya una tercera ola Covid?

—Las condiciones están dadas, la mesa está puesta y la ola ya viene en camino, no tardamos en empezar a verla. Vamos a llamarle “tercera ola”, pero realmente México nunca ha salido de la primera ola, nunca la contuvimos, vamos a decir que esta es una tercera escalada.

Ahorita, además, la gente está muy confiada y el gobierno hace la peor estrategia posible, cada vez que viene una disminución real o manipulada, donde se puede mostrar que hay una disminución, inmediatamente empieza a hablar de abrir todo, de volver a la escuela, pero en realidad nunca se ha controlado la situación.

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¿Entonces no estamos mejor que antes?

—Ahorita estamos en la peor situación, cuando [las autoridades] hacen todo el esfuerzo posible por hacerle creer a la población que ya vamos de salida y en realidad no vamos de salida; por ejemplo, [vea] la situación en Sudamérica, es muy grave.

Brasil está en el peor momento, ahorita Sudamérica es el epicentro de la pandemia y lo que ha sucedido en Sudamérica es el reflejo de lo que nos viene a nosotros a las pocas semanas. Nuestra curva es muy parecida, nada más que cronológicamente vamos atrás de ellos tal vez unas cuatro o cinco semanas.

¿A qué podemos atribuir esta tercera ola que se registra en el mundo?

—La situación que está pasando ahorita es que se están propagando las variantes nuevas del virus, que sabemos son más contagiosas, algunas sabemos que evaden parcialmente la inmunidad natural o la inmunidad generada por las vacunas; algunas tienen alguna evidencia científica de que pueden ser más agresivas en la enfermedad que causan, son más contagiosas y por eso infectan a más gente, la cual muere.

¿Cómo evalúa la estrategia de México ante las nuevas variantes?

—Hemos hablado desde hace mucho de estas variantes y México no se pone las pilas, ni siquiera para empezarlas a buscar con seriedad, realmente buscar dónde están, cuáles tenemos, qué tan prevalentes son, no sabemos nada, vamos a ciegas.

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Yo tomaría como ejemplo principalmente a Brasil, su máximo de contagio había sido de 70 mil y hoy en la mañana [sábado] estaban reportando, en un día, 90 mil, ellos ya rebasaron lo que les pasó a fin de año, ya están rebasados y no es difícil pensar que eso mismo nos va a pasar aquí, creo que es inevitable, porque no se está haciendo nada para detenerlo y nuestra campaña de vacunación va a cuenta gotas.

¿Las vacunas van a contener la “tercera ola”?

—Para nada, ni aunque ocurriera un milagro y se vacunara a un millón de personas diarias de aquí a que impacte la ola , y eso no va a pasar, no sería suficiente.

La vacunación es algo que va a llevar tiempo y tiene un retraso muy grande para empezar a demostrar efectos sobre el desarrollo de la pandemia. En realidad la vacunación va a servir para detener el avance de la pandemia sólo cuando se tenga 70% o más de la población vacunada; esa es una, y en segundo lugar el efecto que se tiene de la vacuna lleva mucho tiempo, lleva casi dos meses y medio o tres.

La mayoría de las vacunas requieren dos dosis, te pones una y después de 28 días te pones otra, ya pasó un mes, y después de que te pones la segunda no se instaura la inmunidad absolutamente protectora hasta tal vez 28 días después de la segunda dosis.

¿Un nuevo confinamiento podría ser una opción?

—Esa es la estrategia menos efectiva y más costosa posible porque cada confinamiento termina provocando un deterioro social y económico. Cada confinamiento se vuelve más grave que el anterior, la gente ya tiene un deterioro emocional y sicológico que se podría convertir en un problema de salud pública en las décadas por venir.

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La economía desde luego está en su peor momento histórico, la falta de empleos, los negocios quebrando, entonces, los confinamientos no son una solución epidemiológica, los confinamientos deberían ser el último recurso si es que las cosas se controlaran bien.

¿Qué se puede hacer ante la tercera ola?

—Siempre hay tiempo para actuar, pero mientras los esfuerzos no estén guiados en detener la propagación del virus, van a seguir fracasando las estrategias. Con camas o sin camas, con vacunas o sin vacunas, con confinamiento o sin confinamiento, mientras la estrategia no considere detener la propagación del virus, esa estrategia fracasará.

El gobierno debe implementar una estrategia de contención real, detener el virus en las fronteras y en las comunidad, aplicar pruebas, hacer rastreo y realizar aislamientos.

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Y nosotros a la misma meta: detener la propagación del virus, ¿cómo?, usando cubrebocas, ventilar espacios, cuidar la calidad del aire y evitar aglomeraciones, eso es lo principal.

¿Va para largo esta epidemia en México?

—Lamentablemente sí, y no sabemos cuánta gente más se va a morir en los siguientes meses, es desolador realmente, parece que [a las autoridades] no les importa la cantidad de gente que se está muriendo y sufriendo.

Ojalá me equivoque, pero hay indicios de que será muy fuerte lo que nos va azotar.