Senador sin partido por decisión propia, luego de dejar la bancada de Morena tras su paso fugaz en el gobierno del presidente , donde fue director general del IMSS, Germán Martínez Cázares defiende su derecho a pensar diferente y a criticar a un mandatario como el actual, “que no ha cumplido sus promesas de pacificación y reconciliación”.

En entrevista con EL UNIVERSAL en su despacho de Coyoacán, el legislador del Grupo Plural advierte los riesgos de un gobierno unipersonal como el que hoy tiene el país y señala sin tapujos: “Después de la 4T vamos a necesitar a otro Benito Juárez que restaure la República de un poder unidimensional que estamos teniendo”.

Martínez Cazares sostiene que este gobierno prometió un sistema médico como el de Dinamarca pero trae médicos de Cuba; ofreció que iba a pagar la deuda social con los más desfavorecidos: “el PAN no la pagó, el PRI no la pagó, López Obrador dijo que la iba a pagar y la está haciendo más grande”.

No esconde su pasado calderonista, sexenio en el que fue secretario de la Función Pública y presidente nacional del PAN, pero reivindica su defensa a la libertad de pensamiento y de conciencia.

Se jacta de que en su momento, supo decir no a los presidentes Fox, Calderón y López Obrador, y al mismo tiempo haber trabajado con los tres sin perder su independencia.

-¿Cómo ve al país en estos nuevos tiempos de la 4T?

-Nos prometieron un sistema como el de Dinamarca y nos están trayendo médicos de Cuba , el regalo que nos traen ahora. Lo más público de todo lo público, la calle, la está privatizando la delincuencia y el miedo, privatizando la educación con mayor calidad, privatizando la salud con la compra de medicinas.

Entonces, ante ese panorama la que está débil es la República, está débil lo público y está débil la República. Después de la 4T vamos a necesitar a otro Benito Juárez que restaure la República de un poder que estamos teniendo unipersonal como el de Maximiliano de Habsburgo.

-¿Qué es lo que le preocupa de lo que no ha hecho el gobierno de López Obrador?

-Yo creo que el país sí tiene una deuda social con los más desfavorecidos, esa deuda social no la pagó el PAN, no la pagó el PRI y dijo López Obrador que la iba a pagar y la está haciendo más grande, el “por el bien de todos, primero los pobres”, ahora por el bien de todos debemos subrayar que hay más pobres y que debemos combatir esa pobreza, y eso yo se lo creí.

Una reconciliación que verdaderamente reconcilie al país no es una reconciliación de los militares con los criminales, sino de los que tienen privilegios para vivir con los que apenas tienen para sobrevivir.

-¿Extraña al López Obrador opositor?

-Al que dijo que iba a reconciliar al país, es el López Obrador que yo más extraño, y la reconciliación que a mí me interesa, insisto, es entre ricos y pobres, que tengan la misma oportunidad de sanar un cáncer los que van a un hospital privado que los que van al IMSS, que las mujeres salgan sin miedo a la calle, sin miedo a un hombre, que no tengan que salir a reclamar que su cuerpo es suyo. Extraño al López Obrador sensible con los 43 de Ayotzinapa e insensible con los miles de muertos de la pandemia, de la violencia, los periodistas y los feminicidios, la misma sensibilidad me gustaría ver en López Obrador. Y por el otro lado, yo no quiero ver militarizado a mi país, yo lo quiero ver civilizado. La militarización es la derrota de la civilización. Si caminamos por la ruta militar, sea Calderón, sea Peña o sea López Obrador, si caminamos por la ruta de la militarización todos vamos al paredón.

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-¿Cómo ve el uso que le da el presidente a las conferencias mañaneras?

-Yo lo veo como un deliberado ataque a la libertad de prensa y la libertad de prensa es la condición, es el nido en el que nace nuestra democracia. Sin libertad de prensa no hay democracia. Si Francisco Zarco, el padre de la libertad de prensa de este país, viera las mañaneras, se moriría de vergüenza. Mi solidaridad plena y absoluta con quienes ahí han sido exhibidos, entre ellos EL UNIVERSA L. Yo creo que tanto poder de voz es para una cosa. Las mañaneras sirven para disolver los problemas, no para resolver los problemas; las mañaneras sirven para disolver en palabrerías los problemas y no resolverlos con hechos.

-Tiene una visión del país pesimista.

-No, yo sigo siendo el coyote optimista que va a agarrar un día al correcaminos. Este país un día va a agarrar bienestar, porque la participación política ya no es de militar en un partido como en el siglo 19 y 20. La participación es más líquida, es más informal, no es de una credencial para votar del PAN, una credencial y un himno y una bandera de un partido, es de causas.

-¿Qué le parece la iniciativa de reforma electoral?

-El INE no sólo ha cumplido, es un árbitro confiable, y yo creo que el presidente ve en a un serio contrincante para la presidencia en el 2024, y ante eso, lo ataca. Córdova ha dicho que no va, pero el presidente ataca a los que empiezan a despuntar en las encuestas. Si es Anaya, es Anaya, si es Lorenzo Córdova, Lorenzo Córdova, si es Loret es Loret, y yo creo que Lorenzo ha hecho un magnífico papel, y el presidente haría bien en releer, porque sé que lo ha leído, el liberalismo y el respeto a la Constitución que hay en “La ideología de la Revolución Mexicana”, un libro de Arnaldo Córdova, ya que tanto le gusta la historia, para que vea cómo se está traicionando, ya no a Juárez, ahora al sufragio efectivo.

Como los españoles colgaron en un gancho la cabeza de Miguel Hidalgo en la Alhóndiga de Granaditas, así el presidente quiere colgar en un gancho la cabeza del michoacano Lorenzo Córdova, para colgarla en la esquina del Palacio Nacional , porque es autónomo, porque tiene un liderazgo social que puede competir. El presidente no sólo destapa a los preferidos, sino tapa o intenta tapar a sus adversarios.

-Hablando de las reformas, ¿le hace bien al país que se pretendan pasar sin quitarles una coma?

-No le hace bien al país no tener Constitución. Se dicen liberales y traicionan lo liberal, lo liberal, nadie me lo puede refutar, nació en 1789 con la Revolución Francesa , ahí nació lo verdadero liberal, lo liberal de Juárez, de Melchor Ocampo, de los constitucionalistas del 57, que tanto dicen amar y tanto apuñalan

-¿A dónde nos lleva un gobierno unipersonal?

-El presidente es muy popular, pero conforme pasa el sexenio, que sea popular no quiere decir que sea poderoso. El pueblo de México ya se enseñó a quitar y a poner presidentes, no se le puede olvidar eso a nadie. El poderoso es el pueblo, el popular es el presidente. Nada más que yo veo a la oposición enclenque, débil y sin banderas. Nadie defiende a los trabajadores.

¿No ve liderazgos en la oposición?

-Alito se la pasa destapándose mil veces y no crece, y Marko se la pasa destapando a mil que no crecen. Se necesita hacer una autoexamen autocrítico de por qué el repudio de la gente al PRI y al PAN y de lo valioso que es la bandera de “por el bien de todos, primero los pobres” de López Obrador. Esa bandera no la disputa nadie, no la intentan robar, no dicen nada. A ningún partido le creo, como la inmensa mayoría de los mexicanos, pero le creo a la fuerza de la sociedad, al futuro de la sociedad, que está en las mujeres que participan en las calles sin que las convoque ningún partido, que está en la UNAM, en la U de G, en el CIDE, en las universidades públicas y que está en las universidades privadas, en el ITAM, ahí está la reserva de coraje cívico de este país.

Hay que acabar con este patriarcado estúpido que muchas veces se reproduce en este Gobierno. Los hombres no debemos hablar mucho de las mujeres, más bien las debemos escuchar, y las mujeres no se deben callar, deben gritar. Yo creo que las mujeres pueden, apoyadas de las universidades públicas, acabar con este Gobierno que se dice feminista, con la 4T, yo creo en las mujeres, confío plenamente en que su grito transformador va a tener incidencia política.

-¿Y a Morena cómo lo ve?

-Mientras el presidente está haciendo maletas para irse a Macuspana, muchos en Morena están afilando sus cuchillos para armar una guerra fratricida, y no me gusta una oposición, y de una vez se lo digo, que triunfe porque se acuchillan los de Morena, eso no es pensar en el país, no me gusta pensar en el mal de los partidos, pero eso es lo que va a pasar en Morena, está claro. A una precandidata todo el templete, a otro candidato todas las giras, y a Monreal ya no lo invitan a nada. Eso se llama exclusión y eso tiene consecuencias. Morena sin López Obrador es un libro de Sartre, es “El ser y la nada”. Morena sin López Obrador es la nada y con López Obrador es el ser.

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