La Auditoría Superior de la Federación () alertó —desde febrero pasado— en la Tercera Entrega de Informes Individuales de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2019, es decir, del primer año del gobierno de , que en el diseño y planeación del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles (), no se hizo un análisis de las posibles afectaciones económicas que tendrían las aerolíneas que se tuvieran que trasladar de un aeropuerto a otro.

En esta entrega que se hizo a la Cámara de Diputados, la ASF describió que tampoco se hizo un análisis del impacto económico que tendrían las aerolíneas que tuvieran que estar presentes en más de un aeropuerto.

En este documento, la ASF recordó que la planeación de la triada de terminales aéreas para atender la demanda de usuarios en el centro del país estará conformada por los aeropuertos Felipe Ángeles, Benito Juárez y el de Toluca; sin embargo, no se consideraron las rutas terrestres de la interconexión entre ellos.

Asimismo, el máximo órgano fiscalizador del país identificó que las proyecciones de la demanda de pasajeros y carga no se basaron en datos históricos reales del AICM y el de Toluca, y que la nueva distribución del tráfico planteada entre los tres aeropuertos no se realizó según un modelo probabilístico de la demanda.

Proyecto terminado

Previo a la degradación que marcó Estados Unidos sobre la calificación de México en seguridad aérea, la Auditoría Superior de la Federación también reveló, desde el 20 de febrero pasado, que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), dependencia encargada de la construcción del Aeropuerto Internacional Gral. Felipe Ángeles, no contó con el proyecto totalmente terminado y autorizado por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) ni con el estudio de aeronavegabilidad previo o, en su caso, con un avance en su desarrollo que permitiera ejecutarlo.

De manera paralela, en otra auditoría de desempeño con la clave 69-GB, la ASF informó a la Defensa Nacional que en el estudio de aeronavegabilidad no se incluyeron aspectos a considerar sobre la configuración del espacio aéreo para que se realicen operaciones civiles y militares sin inconvenientes, considerando que el aeropuerto Felipe Ángeles será el primer aeropuerto internacional mixto en el país.

“No se incluyó un análisis detallado sobre el espacio aéreo navegable, que permitiera evaluar el efecto o alteración que tendría la construcción en los procedimientos operativos existentes y planificados e identificar medidas de mitigación para mejorar la navegación aérea segura, los cuales son aspectos relevantes para la construcción y desarrollo del proyecto de inversión”, determinó la ASF.

Cabe recordar que el pasado 25 de mayo, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), degradó la calificación de México en seguridad aérea a Categoría 2, por no cumplir con los estándares y recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI, por sus siglas en inglés).

Ante esto, con la degradación de la categoría, las aerolíneas mexicanas seguirán volando hacia Estados Unidos, pero tienen prohibida la autorización de nuevas rutas, más frecuencias, nuevos servicios o convenios de mercadotecnia, además de que se suspenden los acuerdos de código compartido, como el de Delta con Aeromexico; Volaris con Frontier, y Aeromar con United Airlines, por lo que las empresas estadounidenses no podrán vender boletos con las mexicanas.

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