Supuestas agencias de modelos reclutan a mujeres extranjeras para en las calles y a través de redes sociales, así lo relatan organizaciones de la sociedad civil contra la trata de personas y trabajadoras sexuales.

“De donde están llegando más son de Colombia y Venezuela; en ambos casos vienen reclutadas como bailarinas, no les dicen que van a ser explotadas sexualmente. De las 13 mujeres que han asesinado en el último año, nueve estaban bajo esa modalidad de trata, pues muchas caen en las manos de la delincuencia organizada y hay páginas que las reclutan”, explica Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (Catwlac)

Distintas condiciones de vulnerabilidad llevan a las mujeres a querer salir de su país y se vuelven susceptibles ante las promesas de una vida mejor, convirtiéndose en presas de proxenetas.

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Además de utilizar páginas de scorts para anunciar servicios sexuales, como La Boutique VIP y Mileroticos, los explotadores les crean a las mujeres recién llegadas un perfil de Twitter y cuando la demanda en estos sitios es baja las obligan a que generen un ingreso en las calles. Les piden cumplir con cuotas para saldar una deuda que, en lugar de aminorar, se extiende cada día y resulta difícil de cubrir.

Las políticas de Twitter han permitido que la red se haya convertido en un catálogo de mujeres y servicios con sólo buscar la palabra “escort”.

En sitios web o anuncios en redes sociales, en ocasiones, aparece una pequeña descripción con el nombre de la alcaldía o estado y se muestra el precio por el servicio que brindan las mujeres, que va desde los 200 pesos hasta 5 mil pesos por hora.

La Boutique VIP anuncia a cerca de 600 mujeres, 200 más que en 2018. Se presentan fotos, datos generales y teléfono. Este portal se ha convertido en un modelo de publicidad que enmascara la explotación sexual.

“A pesar de que hemos puesto varias carpetas de investigación y les estamos dando seguimiento, hay una protección por parte de las autoridades mexicanas hacia los delincuentes.

“No han hecho nada para esclarecer, aunque nosotros les damos toda la información. Cuando denunciamos y no pasa nada, nos queda claro que las autoridades son corruptas y que están del lado de los padrotes”, dice Elvira Madrid, presidenta de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez.

“Hay trabajadoras sexuales que me preguntan sobre irse a Cancún porque según allá la paga es mayor, pero lo que buscan es enganchar a otras. En varios estados está la cuestión de violencia y narco y ellas son más vulnerables, algunas saben dónde no pueden ir a trabajar, pero las inexpertas caen en deudas que nunca alcanzan a pagar.

“A algunas extranjeras las traen con promesas de modelos, les dicen que van a darles todo y así pasa por un tiempo hasta que después las explotan, ellos cobran y a ellas les dan una mínima cantidad porque según les van descontando la alimentación.

“Es muy difícil que ellas puedan escapar, porque al final esa gente puede matarlas”, afirma.

Durante la pandemia, las trabajadoras sexuales se hicieron más notorias cuando las calles estaban vacías.

En la zona de Tlalpan, mujeres refieren que sujetos llegaron a extorsionar y a amenazar, al mismo tiempo que obligaban a extranjeras a pararse en las calles.

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Una vida de amenazas

En el tiempo que K lleva en las calles de Tlalpan, ha sido amenazada en varias ocasiones. Ella es una mujer transexual que comenzó a trabajar por Metro Chabacano, pero tuvo que moverse porque en la zona había personas que le cobraban una cuota.

“Hay gente que te pide piso, dinero para poder pararte y yo me tuve que recorrer.

“Hay padrotes y ellos son los que mandan. Tienes que pagarles de 200 o 300 pesos por día, pero si no lo sacas, te llegan a golpear. Hace poco llegaron unos a poner a unas colombianas a trabajar, las traen y vienen por ellas, les quitan todo lo que ganan”.

Dependiendo de la zona es el costo de la extorsión, puede ir desde los 50 pesos por cliente hasta 200 pesos por día o mil 500 por semana.

Las zonas con más moteles suelen ser las más concurridas, “el cobro es mayor y en ciertos puntos hay chicas exclusivas”.

“Hemos hablado con miles de mujeres víctimas a las cuales les ponen cuotas diarias, ya sea mexicanas en el extranjero o extranjeras en México; en los casos que hemos podido registrar que reciben una parte de lo que ganan hablamos de un porcentaje de 10%”, expone Teresa Ulloa.

En los 17 años que lleva la organización operando en México, actualmente ha visto reducidas sus opciones para ayudar a las víctimas de trata.

“Lo que nos preocupa es que el tema de trata no está en la agenda pública y es muy desesperante que cada vez que cambian los gobiernos es volver a empezar de cero”, lamenta.

La organización también señala que hay un alza en la explotación sexual: “Todo viene aparejado con las pequeñas y medianas empresas que cerraron, con el desempleo galopante y con los niveles de pobreza”.

Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que a nivel nacional, hasta el 20 de diciembre, se aperturaron 588 carpetas de investigación por el delito de trata de personas.

De 2015 a la fecha hay 4 mil 932 víctimas en las que no se hace una distinción entre la trata con fines de explotación sexual y trata por trabajo forzado.

En cuanto a los delitos denunciados en esta materia, de enero a noviembre de 2021, los estados con más casos fueron el Estado de México, con 172; Nuevo León, con 89, y la capital, con 70. Pese a las cifras, el nivel de no denuncia es alto.

La trata de personas también es conocida como la esclavitud moderna y es una grave violación a los derechos humanos.

A nivel mundial, 40.3 millones de personas padecen esta condición, 70% son ellas mujeres y niñas; las víctimas son de 160 ciudadanías distintas, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

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