El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar , retiró el jueves pasado su proyecto sobre la inaplicación de la prisión preventiva oficiosa para reconstruir la propuesta.
Luis María Aguilar dijo ante sus compañeros ministros que hay mayoría que coincide en que esta figura viola los derechos humanos.
Por su lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que a la SCJN no le corresponde tomar estas decisiones y eliminar la prisión preventiva oficiosa sería “una chicanada”.
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Ricardo Mejía Berdeja , subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, declaró que eliminar la prisión preventiva “abriría la puerta” a 92 mil detenidos y habría “impunidad”.
*Las personas LGBT+ en reclusión*
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2021, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población privada de la libertad en México durante el año pasado fue de 220.5 mil personas.
A nivel nacional, el 95.8% de las personas en reclusión tienen una orientación heterosexual; 2.7% bisexual; 1.1% homosexual y 0.1% “otra”.
Según su identidad de género, el 93.6% se identifica como hombre; 5.8% como mujer; 0.3% como hombre trans y 0.2% como mujer trans.
Para José Luis Gutiérrez Román, director de ASILEGAL, la figura de la prisión preventiva oficiosa en México está en “números exacerbantes” porque más del 43% de la población privada de la libertad está en prisión preventiva.
“Nos vamos dando cuenta cómo un grupo en situación de vulnerabilidad va siendo víctima del uso y abuso de la prisión preventiva”, refirió en entrevista tras asistir al Foro Situación de las Personas LGBTI+ en centros penitenciarios de México, organizado por la diputada María Clemente García.
En el caso de las personas que pertenecen a la población LGBT+ privadas de la libertad, más de 2 mil 800, el director de ASILEGAL indicó que de estas, más de 52% están en prisión preventiva.
“El contexto de la vulnerabilidad sí te va poniendo para que seas víctima del uso y abuso de la prisión preventiva. Hay que identificar el tipo de delitos por el que se les acusa a las personas LGBT y la gran mayoría de estos delitos tiene que ver con delitos como homicidio, pero también como robos, y estos robos que si bien es cierto no ameritan prisión preventiva oficiosa, los hacen de manera oficiosa al ponerles el medio violento que genera una fabricación del delito.
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“El delito podría ser un robo simple que se comente en una tienda por agarrar un lápiz labial, pero cuando los detienen les siembran el medio violento; entonces el delito que podría tener una prisión preventiva justificada, en dado caso de que no tengan arreglo con la comunidad, se vuelve oficiosa al momento que le ponen un medio violento, ya sea un cuchillo. Ahora están acreditando el tema de la violencia con agresiones verbales.
“Entonces el hecho que digan que la persona entró, intimidó, por ejemplo, lo que pasa mucho con la población LGBT, le ponen el hecho violento”, explicó Gutiérrez Román.
El impacto que tiene la prisión preventiva oficiosa en grupos en situación de vulnerabilidad, especialmente en grupos de la población LGBTTTI+ y las personas indígenas, “es bastante fuerte”, agregó.
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afc/acmr