Aunque los estados de la República han implementado por lo menos 667 programas y acciones sociales para mitigar los efectos del Covid-19 en la población, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social ( Coneval ) consideró que la atención a la pandemia ha sido dispersa y aún falta una política nacional coordinada e integral.
A través del estudio “Panorama de los programas y acciones sociales en las entidades federativas para dar respuesta a los efectos de la pandemia por el virus SARS-CoV2”, el Coneval señaló que un mayor número de programas sociales no necesariamente significa una mejor atención al Covid-19, sino que los resultados pueden ser mejores cuando hay coordinación, coherencia y complementariedad entre los distintos proyectos.
“Se observa que existe variedad y dispersión en los programas y acciones sociales que están implementando las entidades federativas para dar respuesta a la crisis.
“Por un lado, es evidente la respuesta inmediata por parte de los gobiernos; por otro, esta diversidad y dispersión muestra también que la respuesta de las entidades federativas se centró en la generación de intervenciones específicas y que hace falta una política coordinada e integral que dé una respuesta más eficaz a los temas de atención prioritaria”, opinó el Coneval.
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En su estudio, detalló que de los 667 programas implementados por los estados entre marzo y agosto del 2020, 376 son sobre bienestar económico, 185 del derecho a la salud y 142 de alimentación.
El Coneval agregó que el 44.1% de los programas fueron apoyos en especie; el 17.7%, monetarios; el 12.9%, fiscales, y el 11.1% fueron ayudas en forma de créditos, entre otros tipos.
El número de proyectos para atender a la población fue heterogéneo en el país; por ejemplo, Tamaulipas implementó 72 programas, mientras Veracruz y Durango sólo ejecutaron ocho acciones, entre marzo y agosto del año pasado.
El Coneval indicó que para aminorar los efectos de la pandemia sobre la pobreza, es necesario ayudar a las personas cuyos ingresos bajarán por la pérdida de empleo, además de proteger el ejercicio de los derechos a la alimentación, educación y salud.
Al respecto, el Coneval celebró que todos los estados han implementado por lo menos un programa para apoyar a la población desempleada a través de la transferencia de dinero; sin embargo, aún queda el reto de crear más acciones sobre la recuperación del trabajo porque sólo hubo 27 intervenciones de este tipo.
Por último, la institución dirigida por José Nabor Cruz Marcelo criticó que sólo el 49.5% de todos los programas tiene Reglas de Operación; el 50.4% tiene un padrón de beneficiarios; el 47.1% tiene indicadores de resultados, y el 36.7% tiene una estrategia de evaluación.
Frente a este panorama, el Coneval enumeró tres retos para los estados de la República: Contar con una estrategia integral nacional y coordinada; documentar y hacer públicas las herramientas para diseñar, monitorear y evaluar las intervenciones; y coordinación de los tres niveles de gobierno para generar una respuesta efectiva.
ed