San José.— Doña Violeta Barrios Torres viuda de Chamorro, matriarca de una de las estirpes más influyentes en los últimos 60 años en la historia de Nicaragua y presidenta nicaragüense de 1990 a 1997, sufrió un accidente cerebro vascular o embolia cerebral en la madrugada del lunes anterior y su estado es delicado, informó ayer la familia Chamorro Barrios en Managua.

La situación de la ex presidenta, de 88 años y símbolo de la lucha por la democracia en Nicaragua en el siglo XX, es de pronóstico reservado, dijeron fuentes cercanas a la evolución de la mujer que en febrero de 1990 derrotó en las urnas al entonces presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y gobernó tras dos guerras civiles para conducir al país a la paz y la reconciliación.

“Estuve con mi mamá hoy (ayer) en cuidados intensivos” de las 08:00 horas locales (09:00 en el centro de México) a las 10:00, contó el periodista Carlos Fernando, hijo menor de la ex gobernante. “Su condición es delicada, pero estable. Les agradezco a todos por su preocupación y solidaridad”, agregó, en un mensaje en redes sociales.

En un comunicado que emitió el lunes, la familia confirmó que Doña Violeta, como la conocen millones de nicaragüenses, está delicada y reportó que “nuestra querida madre y ex presidenta de Nicaragua” sufrió en la madrugada de ese día una embolia cerebral.

La ex presidenta fue trasladada a un hospital de Managua en el que está en cuidados intensivos, agregó. “De acuerdo al diagnóstico de los médicos que la atienten con esmero, su estado de salud es delicado. Sus hijos, Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana, y Carlos Fernando, agradecen las múltiples muestras de cariño y solidaridad” recibidos “de la población”, añadió. “De acuerdo a la valoración de los médicos, les informaremos oportunamente sobre la situación de su estado de salud”, por lo que “pedimos” respeto hacia la “privacidad de la familia”, agregó.

Nacida el 18 de octubre de 1929 en Rivas, en el sur de la nación, Barrios Torres se casó en diciembre de 1950 con el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, figura clave de la política nicaragüense en la segunda mitad del siglo XX y asesinado en enero de 1978 en Managua, siendo él director de La Prensa, el principal periódico de Nicaragua.

La caída de Chamorro Cardenal atizó una insurrección bélica que en julio de 1979, con una junta de gobierno con Ortega como coordinador y con la ahora ex presidenta como integrante, derrocó a la derechista dictadura somocista que gobernó por 45 años en Nicaragua.

CIDH advierte de más represión. En tanto, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, alertó ayer de la existencia de una “nueva etapa” de la represión en Nicaragua con restricciones de derechos que apuntan a la implementación de un “estado de excepción”.

En una audiencia para evaluar las denuncias de represión y violencia durante las manifestaciones en el país, Abrao mencionó “cambios de costumbres” y la “normalización de excepciones” mediante decretos como el emitido en septiembre por la Policía Nacional para establecer que es “ilegal” organizar protestas contra Ortega.

Ninguna autoridad nicaragüense participó en la audiencia.

El gobierno declaró culpables a nueve personas del delito de terrorismo. Una juez señaló que los acusados levantaron tranques o bloquearon vías en el municipio de Tipitapa, y que cobraban peaje, en perjuicio del Estado.

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