Un niño se robó la atención de los fieles católicos el miércoles cuando escapó de las manos de su madre y corrió hacia el podio del Papa Francisco durante una audiencia general, donde se libró de un miembro de la Guardia Suiza y se puso a jugar detrás de la silla del Pontífice.
La madre del niño habló brevemente con el Papa mientras intentaba llevarse a su hijo y le contó que el pequeño era mudo. El Papa le permitió seguir jugando a su alrededor.
"Este niño no puede hablar. Es mudo. Pero puede comunicarse"

, declaró el Sumo Pontífice ante cientos de peregrinos. "Y tiene algo que me hizo pensar: él es libre. Revoltoso... pero es libre" , agregó ante la risa de la audiencia.
"Pidamos a la gracia (de Dios) que pueda hablar"
, agregó.
La madre del niño dijo al Papa que la familia es de Argentina , igual que Francisco. Al salir del escenario, un sonriente Pontífice se inclinó hacia al obispo Georg Ganswein, que estaba sentado a su lado, y le susurró: "Es argentino. Revoltoso" .
lsm