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El presidente francés, Emmanuel Macron, va a implicarse en la campaña para las elecciones legislativas que ha convocado, con la primera vuelta el 30 de junio, tras el triunfo apabullante de la extrema derecha en las europeas, pero adelantó que no dimitirá aunque pierda.
En una entrevista publicada este martes por Le Figaro, justifica el adelanto electoral que ha pillado por sorpresa a buena parte de la clase política y a muchos analistas, al subrayar que "esa decisión se imponía" a la vista del resultado en las europeas, en que la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, consiguió el 31,4 % de los votos, más del doble que el partido del presidente (14,6 %).
"No podemos hacer como si no hubiera pasado nada", subraya Macron, que descalifica a los que han dicho que está "loco" por dar la posibilidad a la formación ultraderechista: "era la decisión correcta en interés del país. A los franceses les digo, no tengáis miedo, id a votar".
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Da dos razones principales para explicar el adelanto electoral, la impresión de desorden que a su juicio han estado dando los diputados de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon en los debates en el Parlamento en las últimas semanas, y la imposibilidad para su Gobierno de ampliar la mayoría relativa que tenía en la Asamblea, pese a sus intentos con la oposición más moderada.
"Es hora de una clarificación", según el jefe del Estado, que considera que la disolución, "es el gesto más claro, más radical, el más fuerte. Un gesto de gran confianza hacia los franceses. He convocado una elección intermedia para clarificar la situación".
Según su análisis, esa clarificación se hará entre los dos únicos bloques que cree que pueden ganar, la RN y el macronismo. Por eso, en los próximos días tiene la intención de "tender la mano a los que estén dispuestos a venir a gobernar y a trabajar en una síntesis de una radicalidad ambiciosa".
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Macron está convencido de que detrás de la victoria de la ultraderecha en las europeas hay un mensaje de descontento: "No es un voto de adhesión, no había programa", asegura.
Por eso espera que su mayoría resistirá y para eso va a implicarse en la campaña: "Está en juego el futuro de la República, de las instituciones, del país, de Europa".
El presidente, en cualquier caso, rechaza absolutamente el razonamiento de Le Pen, en el sentido de que tendría que dimitir si pierde en las legislativas que ha convocado el 30 de junio y el 7 de julio amparándose en las reglas constitucionales.
"Las instituciones son claras, el papel del presidente, cualquiera que sea el resultado, también. Es un intangible para mí".
kicp/mcc