“Esto es lo que sé: al menos en mi país, todavía tenemos mucho trabajo por hacer en términos de paridad” dijo la vicepresidenta ayer al más que tuvimos el honor de escuchar de primera mano su visión sobre las mujeres y el trabajo. Pero lamentablemente esto no es sólo válido en su país, o en el nuestro, es todavía una condición constante de las mujeres alrededor del mundo: la famosa “doble carga” de trabajo profesional y doméstico, espacios que todavía parecen incapaces de conjugarse exitosamente, empleos que no proveen condiciones para que las mujeres avancen profesionalmente a la par que los hombres y una muy lejana paridad salarial y en puestos directivos.

La vicepresidenta es una mujer sencilla, con mucha claridad en los retos que compartimos porque ella misma los ha vivido y atestiguado de primera mano. Puede uno notar en su plática un auténtico interés por mejorar la situación de las mujeres en y en el mundo y nuestra labor como representantes de las mujeres emprendedoras mexicanas fue sumarnos a ella para lograrlo.

La principal preocupación sobre la que hablamos fue la brecha en el ingreso y la falta de acceso y/o entendimiento del mercado financiero. Las cinco mujeres que estábamos en la mesa hemos comprendido la importancia de educar a las mujeres, entrenarlas en habilidades puntuales pero, sobre todo, de incorporarlas a un sistema financiero bancarizado o digital, porque sin duda la independencia financiera es la principal arma contra cualquier tipo de abuso, la herramienta clave para sacar familias enteras de crisis económicas (como lo han demostrado las llamadas “nenis”, mujeres que sobre todo durante la pandemia empezaron a hacer ventas a través de redes sociales y entregas personales en sus ciudades) y el salvavidas para poder huir de relaciones familiares violentas.

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Pude comentar con la vicepresidenta el trabajo que desde IntegraRSE, mi empresa, hacemos a favor de las mujeres en el mundo corporativo y desde el emprendimiento social, que es una de las razones por las que el gobierno americano me eligió como joven líder de (YLAI) desde el 2018 y que me trajo ayer a la mesa con Kamala Harris.

Específicamente le platiqué sobre lo que hemos hecho recientemente en poblados rurales y urbanos en , donde la diversidad de mujeres es tan variada que hallamos algunas en Tetela del Volcán que eran incapaces de ponerle un precio a su hora de trabajo pero también mujeres en Cuernavaca que a través de redes sociales comercializan sus productos y aún así no se conciben como algo más que vendedoras. Ese es el reto y me sumo a lo que Paula Santilli, CEO de Pepsico Latinoamérica compartió ayer, es un tema de dejar de ver la ambición y poder en las mujeres como un defecto y entender sus poderes como virtud.

A través de mi programa Emprendedores de Impacto tuve contacto con más de 400 mujeres que tenían claramente ambición: por salir adelante ellas y sus familias, por obtener herramientas que las ayudaran a crecer económicamente pero sobre todo, a desarrollarse como emprendedoras aún si ellas mismas no se consideran así. Ayer platicábamos con la vicepresidenta sobre el concepto de “dar un salto” en la tecnología, la importancia que esas mujeres no vean las y la digitalización como una barrera sino como una oportunidad, creo que usar Facebook o Instagram es un paso importante pero sigue siendo una visión limitada de lo que la tecnología puede hacer por ellas y es mi compromiso personal asegurarme que las Nenis no sean únicamente un fenómeno que ocurrió en la pandemia, sino una manera de recordarle al mercado la importancia de potenciar a las mujeres para que sean emprendedoras. Ellas no sólo venden: crean, planean, administran... emprenden y eso es lo que debemos procurar que hagan, que se conciban emprendedoras y entiendan la general importancia de su papel en una economía como la mexicana, preponderantemente informal y dependiente del empleo e ingresos que generan las pymes.

“Todos sabemos que las mujeres tienen la capacidad de crear algo de la nada, lo hacemos a diario”, dijo Harris y nuestro poder como mujeres que ya emprendimos es ayudarlas a que eso que crearon, permanezca. Nos conviene a todos y todas: a las familias, al país y, por supuesto, a nuestros gobiernos y al desarrollo sostenible.

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Odile Cortés

fue una de las cinco mujeres emprendedoras que conversó con la vicepresidenta el 8 de junio . Es Directora Operativa y Fundadora de IntegraRSE, consultoría en responsabilidad social. Ha dedicado su carrera profesional a fortalecer los impactos positivos de las empresas y desarrollar emprendedores sociales que cambien al mundo. @integrarsemx (en todas las redes sociales)