Washington.— Estados Unidos dio ayer un solemne adiós al ex presidente George H. W. Bush, cuyas exequias mostraron un momento de unidad política frente al usual clima de confrontación del gobierno de Donald Trump.

El 41º presidente estadounidense, fallecido el viernes a los 94 años, fue despedido por Trump y todos los ex mandatarios estadounidenses vivos como un patriota que puso siempre primero el interés general. Tras una emotiva ceremonia en Washington, sus restos regresaron a Texas, donde será enterrado hoy.

En la Catedral Nacional de Wa-shington, su hijo mayor, el también ex presidente George W. Bush, dio un discurso cargado de alabanzas y humor, durante el cual se quebró hasta las lágrimas recordando anécdotas y enseñanzas.

“Me mostró lo que significa ser un presidente que sirve con integridad, lidera con valentía y actúa con amor en su corazón para los ciudadanos de nuestro país”, apuntó.

Otro de los oradores fue el ex primer ministro canadiense Brian Mulroney, quien elogió a Bush como un líder fuerte: “Cuando George Bush era presidente de Estados Unidos, cada gobernante en el mundo sabía que estaba tratando con un caballero, un líder genuino que era distinguido, decidido y valiente”, expresó.

Recordó que Bush fue el artífice del TLCAN, que Mulroney elogió “el área de libre comercio más grande y rica de la historia del mundo”.

Trump y su esposa Melania siguieron sus palabras en primera fila junto a los ex presidentes demócratas: Barack Obama, Bill Clinton y Jimmy Carter, y sus esposas Michelle Obama, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y Rosalynn Carter.

Trump y Obama se dieron el primer apretón de manos desde la entrega de mando, el 20 de enero de 2017. Pero Trump no saludó a los Clinton.

Entre los presentes también estuvieron el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, la canciller alemana, Angela Merkel, el rey Abdalá II de Jordania y el príncipe Carlos de Inglaterra, entre otros.

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