La Paz.— El expresidente boliviano Evo Morales formalizó ayer su candidatura al Senado para laselecciones generales del 3 de mayo, informó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Morales, quien renunció el 10 de noviembre a la presidencia y está refugiado en Argentina, encabeza la nómina de los ocho postulantes al Senado (cuatro titulares y cuatro suplentes) por la región sureña de Cochabamba en la lista de su Movimiento al Socialismo (MAS), según la nómina oficial publicada en el sitio web del TSE.

El exgoberante indígena, de 60 años, no puede postularse a la presidencia en estos comicios, por disposición legal. Ante este impedimento, el MAS formalizó la candidatura presidencial del exministro de Economía Luis Arce para los nuevos comicios, convocados tras la renuncia de Morales y la anulación de las elecciones del pasado 20 de octubre en medio de denuncias de fraude.

Ocho candidatos competirán por la presidencia de Bolivia en estos comicios, incluido Arce, así como la presidenta transitoria, la derechista Jeanine Áñez, y otros rivales del exmandatario.

Arce lidera las intenciones de voto, con 26%, según un sondeo divulgado la semana pasada. Este tecnócrata con estudios en Londres fue su ministro de Economía de Evo y algunos lo ven como un aspirante que busca unir el voto del a clase media y el de los indígenas.

En los comicios deben ser elegidos el presidente, el vicepresidente, 36 senadores y 120 diputados.

Morales dimitió en medio de una ola de protestas en su contra y presiones de los jefes militares y la policía por las elecciones del 20 de octubre en las que dijo haber ganado, en medio de acusaciones de fraude.

El expresidente Carlos Mesa, quien obtuviera el segundo lugar en los anulados comicios por detrás de Morales, ahora aparece con menos posibilidades después de que varios de sus aliados se sumaron a otros actores que surgieron de la pasada protesta social.

Una de ellas es la presidenta interina Áñez y el líder cívico Luis Fernando Camacho, quien encabezó las protestas contra Morales entre octubre y noviembre que dejaron 35 muertos. Áñez descartó en un inicio postularse para garantizar la transición con elecciones “imparciales y transparentes”, pero cambió de idea y se lanzó en medio de cuestionamientos con el argumento de que buscaba la unidad y evitar el regreso al poder del movimiento de Morales.

La presidenta interina era una senadora de segunda línea por el minoritario partido de derecha Unidad Demócrata (UD), que fue el gran derrotado en los comicios anulados, aunque su esfuerzo por pacificar el país y encaminarlo hacia nuevas elecciones parecieron catapultarla.

Morales monopolizó por 14 años la política en el país andino con amplia mayoría legislativa, controló todos los poderes y encarceló a opositores, pero ahora se encuentra justo en el bando opositor.

Sus rivales fracasaron en su intento de perfilar una sola candidatura para evitar que la dispersión favorezca al MAS.

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