Jerusalén.— La decisión del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de destituir al ministro de Defensa después de que pidiera una pausa de un mes en el controvertido proceso de reforma judicial del gobierno agravó la crisis en el país y sacó a medio millón de personas a las calles.

“El primer ministro Benjamin Netanyahu ha decidido destituir al ministro de Defensa, Yoav Gallant”, dijo la oficina del primer ministro en un comunicado. Gallant, hasta ahora uno de los aliados más firmes de Netanyahu, expresó el sábado su temor de que la división por la reforma cree una “amenaza real para la seguridad de Israel”. Por ello, pidió frenar un mes el proceso, que debería concluir esta semana.

La reforma, presentada en enero, prevé aumentar el poder de los cargos electos en detrimento del Poder Judicial, lo que, según sus críticos, pone en peligro el carácter democrático del Estado de Israel. Desde entonces, las protestas no cesan,

“La seguridad de Israel siempre ha sido y seguirá siendo la misión de mi vida”, tuiteó Gallant en reacción a su cese.

“Estoy comprometido con los valores del Likud [partido gobernante] pero los cambios mayores a nivel nacional deben hacerse por la vía de la consulta y el diálogo”, dijo el ya exministro antes de una semana clave marcada por otras disposiciones legislativas y nuevas convocatorias de protestas que se prevén masivas.

“Netanyahu puede despedir a Gallant pero no puede despedir a la realidad y no puede despedir al pueblo de Israel que se opone a la locura de la coalición”, tuiteó el líder opositor Yair Lapid. quien el día anterior alabó el “valor” del ministro destituido.

“El primer ministro de Israel es una amenaza para la seguridad de Israel”, escribió.

La ira se extiende

Más de medio millón de israelíes salieron ayer domingo a las calles a manifestarse tras el cese de Gallant. Las manifestaciones, que según medios locales concentraron a más de 600 mil personas y podrían ser las más multitudinarias hasta el momento, tuvieron lugar en distintos puntos del país, sobre todo en las ciudades de Tel Aviv y Jerusalén.

En Tel Aviv, los manifestantes bloquearon el tráfico de la principal arteria de la ciudad, portando banderas israelíes y al grito de: “Democracia, democracia”. La policía los enfrentó con cañones de agua y a caballo. En Jerusalén, grandes grupos rompieron uno de los cordones de seguridad en torno a la residencia del primer ministro y se enfrentaron con la policía, que los dispersó con cañones de agua. Hasta el lugar llegó el jefe del Shin Bet, el servicio de seguridad interna, para contener las protestas. Netanyahu se reunió con su equipo cercano para ver qué medidas tomar en medio de llamados, incluso dentro del Likud, a frenar la reforma judicial.

En paralelo, se registraron también multitudinarias manifestaciones en todo el territorio del país, incluyendo grandes concentraciones en las ciudades de Haifa, en el norte, y Beer Sheva, en el sur.

A diferencia de las protestas contra la reforma judicial que tienen lugar desde hace 12 semanas, habitualmente planificadas con anticipación y en coordinación con las fuerzas de seguridad, las manifestaciones de ayer domingo fueron espontáneas.

El rechazo al despido de Gallant por parte de Netanyahu se expandió rápidamente por múltiples esferas de la sociedad israelí, incluyendo los sindicatos, que, según medios locales, podrían anunciar este lunes una importante huelga. Además, las universidades del país anunciaron que interrumpirán las clases a partir de esta semana y un grupo de alcaldes y líderes municipales anticiparon que llevarían a cabo una huelga de hambre.

El presidente Isaac Herzog alertó del espectro de una “genuina guerra civil”.

Por otra parte, el cónsul israelí en Nueva York, Asaf Zamir, anunció, tras el cese del ministro de Defensa, su renuncia a su cargo: “Tras los acontecimientos de hoy [domingo], ha llegado la hora de sumarme a la lucha por el futuro de Israel para asegurar que continúe siendo un faro de la democracia y la libertad en el mundo”, escribió en Twitter.

El exprimer ministro Naftali Benet también expresó su profunda preocupación por la situación y dijo que Israel enfrenta el mayor peligro desde la Guerra del Yom Kipur en 1973.

EU llama al diálogo

En Estados Unidos, Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, expresó una “profunda preocupación” por lo que ocurre en Israel y llamó “a los líderes israelíes a llegar a un compromiso lo antes posible”.

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