Madrid.— La pandemia ha causado estragos en muchas relaciones de parejas convivientes, pero también ha agudizado el ingenio de los enamorados que no compartían espacios comunes. La mayoría de ellos han sido capaces de gestionar el aislamiento y superar las restricciones impuestas por la a golpe de paciencia y perseverancia, pero, sobre todo, de imaginación a raudales.

Las fórmulas que demuestran que ciertos amores están hechos a prueba de pandemia, son muy variadas, y algunas de ellas extravagantes. En cualquier caso, mostraron gran efectividad durante una emergencia sanitaria que dejó desnutridas a muchas parejas que vivían bajo el mismo techo.

Fueron sobre todo los novios que no estaban conviviendo cuando llegó la emergencia sanitaria, los que tuvieron que buscar soluciones de urgencia improvisando actividades conjuntas a través del celular, la tablet o la computadora, para que el aislamiento afectara lo menos posible a su romance. Se citaron virtualmente para practicar deporte o estudiar, compartir películas o series, jugar online y, por supuesto, explotar a fondo las videollamadas, que se convirtieron en la tabla de salvación de muchos amantes separados a su pesar.

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El encierro también ofreció a la mayoría de ellos la oportunidad de hablar más a menudo, sincerarse y conocerse más a fondo en circunstancias extraordinarias, resaltan los expertos.

Sin embargo, a pesar de la búsqueda recíproca y por más enlaces remotos que se establecieran, los besos y los gestos amorosos que se prodigaban acababan topando con la pantalla. Para suplir de alguna forma la falta de contacto físico y apaciguar el deseo hacia la otra persona, muchas parejas que tuvieron que interrumpir su relación por las restricciones de la pandemia recurrieron a las herramientas tecnológicas para enviar fotos o videos sugerentes, y ensayar pláticas seductoras o cargadas de erotismo para que no decayera la libido.

Ante la carencia de estímulos reales, también se multiplicaron por cuatro las menciones a fotos de desnudos en Twitter, y se incrementó el uso de emojis de vegetales y frutas, como berenjenas, plátanos y duraznos, para aludir lúdicamente a los genitales y relativizar la ausencia del otro.

Los enamorados más desinhibidos se atrevieron a practicar el exhibicionismo o el sexting desde sus respectivos dispositivos, y algunos también optaron por la autosatisfacción simultánea, con tal de traspasar, aunque fuera virtualmente, las barreras físicas impuestas por el confinamiento.

Todas estas iniciativas sirvieron en mayor o menor medida para mantener a flote la relación a distancia, según los sicólogos de pareja que consideran que las nuevas tecnologías ayudaron en muchos casos a conservar las ganas, el deseo y la excitación de los novios durante las etapas más duras de la cuarentena.

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“Las relaciones sexuales virtuales han aumentado durante el confinamiento en general, pero además en el caso de las parejas sólidas y estables que no conviven juntas, no sólo han aumentado, sino que además se han convertido en algo más gratificante de lo esperado”, explicó al diario ABC la doctora Francisca Molero, ginecóloga y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología.

“Las parejas que hayan practicado sexo virtual durante el confinamiento estarán aprendiendo formas de comunicarse que añadirán un plus de experiencia y de placer en sus relaciones sexuales presenciales”, agrega la experta, al enumerar algunas de las ventajas de la interacción digital puesta en marcha por los no convivientes.

La pandemia también obligó a muchas parejas a aplazar su boda, aunque otras, cansadas de esperar mejores tiempos, se lanzaron de cabeza a la celebración presencial adoptando medidas de seguridad que en muchas ocasiones se mostraron insuficientes y acabaron dejando un mal recuerdo del festejo.

También hubo novios que echaron mano de la fantasía para esquivar la frustración y construir un espacio virtual en el que poder ventilar su romanticismo y contraer matrimonio sin correr ningún riesgo.

Es el caso de la pareja india formada por Dinesh Sivakumar Padmavathi y Janaganandhini Ramaswamy que, ante la imposibilidad de oficiar una boda multitudinaria como exige la tradición en el país asiático, han decidido levantar su propio metaverso para poder casarse sin límites de aforo.

Para ello se asociaron con la plataforma TardiVerse y diseñaron un escenario virtual basado en el Colegio Hogwarts de la saga Harry Potter. Los invitados, más de 2 mil, sólo necesitarán conectarse al metaverso, crear su propio avatar y dedicarse a curiosear por las estancias del castillo, antes de reunirse con los demás participantes y asistir a la ceremonia nupcial que durará aproximadamente una hora. Con una ventaja añadida, y es que el metaverso en el que Dinesh y Janaganandhini se entregarán los anillos, ha costado menos de 2 mil dólares, cifra considerablemente menor a lo que les hubiera supuesto una boda convencional.

Otra de las ventajas del metaverso es que el padre de la novia, que falleció en 2021, resucitará para la ocasión y estará presente en el evento mediante un avatar 3-D creado a su imagen y con el que podrá dar su bendición a la pareja.

Obviamente, el simulacro que se llevará a cabo durante este mes de febrero, no tiene validez legal y los novios contraerán matrimonio posteriormente, pero la creación de un universo paralelo, con toda su simbología, servirá para compensar la desilusión de la pareja que, gracias a la realidad virtual, dispondrá de una importante despensa emocional hasta que lleguen momentos más propicios para desposarse.

Por lo general, las relaciones sentimentales han cambiado sustancialmente desde que llegó el Covid-19, en ocasiones para peor, más allá de la adaptación, las técnicas de escape utilizadas durante la cuarentena o los alardes de imaginación de los que no se resignaban a renunciar a sus planes matrimoniales.

El hecho es que la pandemia ha terminado por trastocar uno o varios de los tres ejes del amor: intimidad, compromiso y pasión que, de acuerdo con el sicólogo estadounidense Robert Sternberg, integran las bases de este fenómeno interpersonal.

No obstante, también hubo descubrimientos positivos en tiempos de pandemia. Frente a tanta pérdida sentimental, el sexo virtual, el autoerotismo y el refuerzo del vínculo emocional son prácticas, según los expertos, que han incrementado su presencia en las relaciones humanas, con las parejas no convivientes como protagonistas destacados del reciclaje amoroso.

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