Más de 700 alcaldes de la región de Cataluña se reunieron ayer, aquí, en una demostración de fuerza en favor del programado referéndum sobre la independencia, pese a las intensas presiones del gobierno central para que cancele la consulta, prevista para el 1 de octubre.

Bromeando sobre su eventual arresto o cantando solemnemente el himno catalán, los alcaldes prorreferéndum —principalmente independentistas, tanto de izquierdas como de derechas— lucían tranquilos.

Recibidos por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, y por el presidente de la región, el independentista Carles Puigdemont, contaron con el apoyo de una multitud de manifestantes que les gritaba: “Estamos con ustedes”.

Puigdemont les agradeció por mantenerse firmes y aseguró que la mayoría de los catalanes están decididos a realizar la consulta pese a las presiones del gobierno central.

“No subestimen la fuerza del pueblo de Cataluña”, dijo Puigdemont.

Colau expresó: “No nos vamos a dejar intimidar por el Estado. Esto no va de independencia. Va de derechos y libertades”.

La policía regional catalana tiene órdenes de arrestar a cualquier alcalde que se niegue a comparecer para su interrogatorio en la investigación en torno a la votación, que fue suspendida por orden de la Corte Constitucional, dijo el fiscal José Manuel Maza. Si las alcaldías quedan inhabilitadas de ayudar a organizar el referéndum, es poco probable que ocurra.

La policía española confiscó ayer cerca de Barcelona materiales de imprenta destinados a apoyar y promover la consulta. El viernes había confiscado unos 100 mil carteles. La policía municipal se apoderó de volantes y pancartas este sábado, según el partido independentista PDECat.

En el País Vasco miles salieron a las calles a dar su apoyo al referéndum catalán sobre la independencia, algo que los separatistas vascos reclaman desde hace tiempo. Según organizadores, 35 mil personas se manifestaron en Bilbao, una región todavía marcada por décadas de violencia de la organización separatista vasca ETA y donde el sentimiento independentista sigue siendo fuerte.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, reclamó a los dirigentes de la Generalitat (gobierno autónomo de Cataluña) que reflexionen y “vuelvan a la racionalidad y a la legalidad”. Entre los catalanes, 49.4% está contra la secesión y 41.06% a favor, según un sondeo de julio.

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