En Tlalpan e Iztapalapa tratan de mitigar escasez

Autoridades de Tlalpan e Iztapalapa, alcaldías con la mayor cantidad de colonias en las que el agua se surte por tandeo en la Ciudad de México, toman medidas para reducir el impacto a los habitantes, que ya sufren por la , pues incluso en ocasiones lo reciben una o dos veces por semana; esto, en el contexto de la reducción del suministro que llega a la capital desde el Sistema Cutzamala.

En la alcaldía Tlalpan, la demarcación con mayor número de colonias con tandeo en este 2024, con 94, el panorama es “muy preocupante” a unas semanas de la época de estiaje, ante la posibilidad de que la distribución de agua sea insuficiente para atender a los vecinos, señaló a EL UNIVERSAL la alcaldesa Alfa González Magallanes.

Este año se sumaron dos zonas al tandeo en esta demarcación al sur de la capital: Ejidos de San Pedro Mártir y Juventud Unidad en Tlalpan, las cuales no aparecían en el listado de 2023. Aunque la diferencia respecto al año pasado “no es sustancial”, explicó la edil, el problema del agua sí es mayor, pues en años anteriores los habitantes “tenían agua tres veces por semana y ahorita están una o dos veces por semana”.

“Tenemos 94 colonias que están bajo el esquema de tandeo, a partir del 26 de diciembre arrancamos con una propuesta de calendarización que nos hizo el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), en el que la alcaldía se divide en ocho zonas a las que el agua se distribuye por tandeo; de estas zonas arrancamos una prueba piloto con dos; de hecho, estamos por hacer corte de caja para ver si mantenemos esta calendarización o si se hace algún ajuste”, expuso.

Ante esta situación, las autoridades de la alcaldía Tlalpan realizan acciones para reducir las afectaciones, revisando que las instalaciones de abastecimiento estén en buenas condiciones, atendiendo directamente a los vecinos, además de que esperan que con estas acciones de tandeo se mejore un poco la distribución del líquido.

“Esperamos que con estas acciones de la alcaldía de Tlalpan, del tandeo, vayamos mejorando un poco la distribución de agua. Sin embargo, sí nos preocupa que resulte insuficiente y que también las pipas que se envían desde el Sacmex no alcancen para abastecer esta problemática que vamos a enfrentar”, advirtió la edil.

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En el caso de Iztapalapa, alcaldía que históricamente ha padecido de problemas en el abastecimiento de agua, y que este año tiene 54 colonias en el esquema de tandeo, también se toman medidas de parte de la demarcación para reducir el impacto.

Este año las zonas que se sumaron al esquema de tandeo son la U.H. El Salado, U.H. Fuentes de Zaragoza y la zona de Santa Martha Acatitla Norte.

Antonio Jiménez Islas, encargado de despacho de la alcaldía, afirmó a esta casa editorial que si bien “lamentablemente una situación en Iztapalapa son los problemas de agua”, no es una problemática que afecte a toda la demarcación y explicó que por tandeo son 70 colonias, de las 300 que hay.

Señaló que en la demarcación cuentan con unas 120 pipas que hacen alrededor de tres viajes al día, por lo que se garantizan al menos 500 viajes para abastecer en donde haga falta.

“Por lo menos, nosotros garantizamos alrededor de 500, en algunas ocasiones subimos hasta cuatro viajes por pipa. Justamente hace un par de meses, en noviembre, tuvimos un problema con el tema del Cerro de la Estrella, nos mandaban menos agua o menos horas de servicio del tanque Cerro de la Estrella y eso impactó mucho en la alcaldía.

“Entonces, ahí estuvimos en colaboración permanente con los directivos de Sacmex y corrigieron de inmediato el tema. Nosotros, desde nuestra área de servicios urbanos, a diario, a las ocho de la mañana tenemos gabinete de agua. Ahí no fallamos”, refirió.

Respecto a las nuevas zonas que este año se incorporaron para distribución por tandeo, Jiménez Islas señaló que hace aproximadamente un mes y medio “había mucha molestia de nuestros vecinos” en el área conocida como la corbata y en áreas donde se tenía ubicado el problema, como la unidad habitacional Ermita Zaragoza.

“Estuvimos haciendo cambio de válvulas, se estuvieron revisando las tomas de cada una de las unidades, y en general en esa zona que conocemos como parte de la corbata, y teníamos ubicado este problema en algunas unidades, no en todas, hay una unidad muy grande, que es la Ermita Zaragoza”, abundó el funcionario.

Jiménez Islas destacó que continuamente se revisan las instalaciones para poder abastecer de manera adecuada, además de que tener sectorizado todo el territorio permite revisar y atender las necesidades con mayor facilidad.

“Muchas veces cuando una colonia se incorpora por un periodo de tandeo, también tenemos que estar revisando la red, porque a veces tenemos problemas en las válvulas, tenemos algún tapón —así le llaman los compañeros técnicos—, que impide el paso del agua, puede haber muchas razones. O se hacen burbujas sobre la red y ya no permite el paso del agua. Entonces ahí se tiene que estar haciendo un trabajo técnico de ingeniería por parte de Sacmex para estar revisando válvulas”, explicó.

Esta casa editorial también buscó contactarse con autoridades de la alcaldía Tláhuac, que suma 26 zonas con distribución por tandeo, esquema al que este año se sumaron zonas como son el barrio de San Miguel Mixquic, los Reyes Mixquic, el San Andrés Mixquic y la Conchita Zapotitlán, pero al cierre de la edición no hubo respuesta a la petición.

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Van a lavanderías por el insuficiente suministro en casa

En el pueblo de San Pedro Mártir, en la alcaldía Tlalpan, en las últimas semanas varios de los habitantes han tenido que recurrir al pago de servicio de pipas, el uso de lavanderías e, incluso, la compra de tinacos ante la poca agua que circula en la zona.

“En los últimos dos meses hemos pedido dos pipas, porque en la casa somos 10. No tenemos un día fijo para que nos caiga agua y dependo de si mis vecinos usan mucha para yo poder tener agua en la casa (...) ahorita hay escasez y hace mes y medio pedimos una pipa a la alcaldía y nunca nos llegó entonces tuvimos que comprar una nosotros”, expresó Tania, quien vive en esta zona del sur.

EL UNIVERSAL recorrió una de las colonias nuevas que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) incluyó este 2024 para el servicio del líquido por tandeo.

Ahí se detectó que grupos de vecinos han recurrido a las lavanderías de la zona, ya que en sus casas no cuentan con el agua suficiente para lavar su ropa, como es el caso de Martha, quien asegura que tuvo que acudir a uno de estos establecimientos por primera vez.

“No tenemos una toma de agua o una pipa gratis y nos escasea mucho el agua. Es la primera vez que vengo a la lavandería a lavar mis cobijas porque el agua se nos acaba y tenemos que pedir más. El precio de la pipa viene ahorita como en mil 500, no está barata y tenemos que pedir una cada mes para los cinco tinacos que tenemos”, afirmó.

También dueños de negocios han tenido que comprar varios tinacos para llenarlos periódicamente y tener agua disponible el más tiempo posible, según explicó Brenda, quien los vende.

“Desde el mes pasado ha incrementado mucho la venta de los tinacos. En una semana se venden cuatro o cinco porque lo que me comentan es que una sola pipa se la reparten entre varios vecinos y llenan los tinacos o tambos y por eso tienen unos tres o cuatro tinacos (...) ahorita los precios de los tinacos están en 2 mil 200 y son de mil 100 litros”, indicó.

En el mismo sentido, trabajadores de una de las ferreterías de la localidad afirmaron que pueden llegar a vender uno o dos tinacos al día, aproximadamente 15 por semana a los habitantes de la zona.

“Se llevan desde el tinaco más chico hasta incluso cisternas, entre los vecinos se las reparten y las van llenando”, explicó uno de los vendedores.

Varios de los floristas de la zona también indicaron que el negocio se ha complicado en los dos meses pasados por la falta de agua, lo que hace que tengan que administrar para poder mantener a sus plantas hidratadas.

“Últimamente hay mucha escasez y hay días en los que hay agua y días que no, por lo que no le podemos cambiar el agua a nuestras plantas, (...) nosotros tenemos cisterna, pero no todos los días se llena y la tenemos que administrar bien. La semana pasada tuvimos que pedir una pipa, porque la que ofrece la alcaldía tarda más de un mes en venir”, explicó Arturo, quien vende flores en las cercanías del panteón de San Pedro Mártir.

En la alcaldía Tlalpan, la edil Alfa González señaló que no sólo se padece el tema del tandeo, sino que aún hay algunas colonias, principalmente en las zonas más altas, en donde continúa el problema de que el agua no llega, no es suficiente o le falta presión.

“Hay colonias como Miguel Hidalgo o la zona de Padierna, donde siguen teniendo problemas, aunque hay otros puntos en donde se abastecen por pozos, que ya no es parte del Sistema Cutzamala, que también llegan a tener problemas, pero es por la falta de personal o por la falta de mantenimiento de algunos pozos”, indicó.

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En Tlalpan han tenido que utilizar las lavanderías para no acabarse el poco líquido que hay en los hogares. Foto: Fernanda Rojas / EL UNIVERSAL
En Tlalpan han tenido que utilizar las lavanderías para no acabarse el poco líquido que hay en los hogares. Foto: Fernanda Rojas / EL UNIVERSAL

“Lo que hago es comprar garrafones”

El vivir sin agua ya se volvió “una costumbre” en algunas colonias la alcaldía Tláhuac. Ahí, las cisternas parecen un mero adorno que ahora sirven de bodegas, pues el hilo que cae del grifo no alcanza para llenar una de 200 litros que, en teoría, alcanzaría para nutrir un complejo habitacional de al menos cinco departamentos.

Los colonos de los barrios San Miguel Mixquic, Los Reyes, el propio San Andrés Mixquic o en La Conchita Zapotitlan —que según el listado del Sistema de Aguas de la Ciudad de México se sumaron este año al programa de tandeo— se las ingenian para tener el líquido.

“Lo que hago es comprar de los garrafones, lleno de dos en dos y con eso lavo los trastes, me baño, limpio a mi hijo y esa misma agua la reutilizo y es la que se usa para la taza del baño, trapear y hacer otras actividades. Aquí siempre ha faltado el agua, pero ahora creo que la crisis es peor”, dice Mariana, una joven madre que paga en 17 pesos —en diciembre le costaba 10 pesos— el garrafón de agua purificada que llena a unos metros de su casa.

Mariana vive en el Barrio La Conchita Zapotitlan. A unas calles se encuentra la colonia Villa Centroamericana, ahí la situación se complica aún más, pues las casas están entre el Hospital General de Tláhuac y el Tecnológico de la misma demarcación; la prioridad, dicen, siempre son las escuelas y hospitales.

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“Ve, aquí el problema es que no llegan las pipas, no hay manguera que alcance a entrar al fraccionamiento; luego, toda la poca agua que llega de la calle le dan prioridad al hospital, tiene una bomba y se jalan todo, entonces nos dejan sin nada, a eso hay que sumarle que tenemos aquí enfrente al tecnológico, al que también le dan prioridad, entonces nosotros quedamos en segundo lugar”, relata.

“Aquí, en este fraccionamiento hay gente que ya se fue, hay casas abandonadas porque el agua es un tema delicado, estas mismas casas resultaron afectadas por el último gran sismo, no las han reparado y sin agua es mucho peor”, cuenta Ranulfo, quien ahora usa su cisterna como bodega, hace más de dos años que simplemente el flujo de agua no alcanza para llenarla.

En todo el sector de Mixquic, la situación también es complicada, la pipa de agua ronda los 2 mil pesos; los 5 mil litros alcanzan para una familia promedio de cinco integrantes por máximo un mes, entonces costearla es imposible.

“El agua subió mucho, llegan de la alcaldía y es una lana, porque nada es gratis, pero esa no alcanza ni para un mes, entonces de ahí tenemos que comprar otra y es cuando todo se complica, porque hay que pagar una pipa cada 20 días, te imaginas, 4 mil pesos de agua, es mucho”, dijo Diana, quien para alistarse para la universidad, sin agua, se tiene que levantar a las 4 de la mañana.

Los garrafones de agua purificada se han convertido en un apoyo en estos tiempos de escasez. Foto: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL
Los garrafones de agua purificada se han convertido en un apoyo en estos tiempos de escasez. Foto: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL

“Nadie bebe lo que sale de las tuberías”

“Nadie bebe el agua potable que sale de las tuberías de la Ciudad de México, ni en Polanco lo hacen”, dice la administradora de la unidad habitacional de la Concordia, en Iztapalapa, que según el listado del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) es una de las nuevas zonas que se incorporaron a las colonias que se abastecen por tandeo (días programados para recibir el suministro) en 2024.

En zonas como El Salado, la unidad Ermita Zaragoza y la misma Concordia se recibe el agua por sistema de tandeo, pero esta es sucia, con arena y piedras, en ocasiones turbia; con el paso de los minutos ese sedimento va bajando hasta el fondo de las cubetas.

Entre las personas hay quienes se aferran a creer que es normal por los minerales, y que la gente debe ser agradecida por tener este tipo de agua; otros señalan la verdadera problemática, pues tapa las cañerías, los baños, y sólo sirve para lavar carros y pisos.

En la Ermita Zaragoza, una de las colonias más peligrosas de la capital, Ana —quien prefirió que se le llamara por otro nombre debido a que trabaja en la alcaldía—, subrayó que de los 50 años viviendo en la unidad, 30 han sido con ese tipo de agua que sale de las llaves.

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Esta empieza a correr de las 9:00 hasta las 18:00 horas o antes, cuando ya deja de caer agua, describió.

En el interior de su casa se podían observar paquetes con botellas de agua para beber y aseguró que cada día llenan alrededor de cinco garrafones de 20 litros para su consumo y el de su familia y cocinar. “Hasta mañana vuelve a salir el agua, de las 9 a las 6 de la tarde”, expresó.

Comentó que han llegado a pedir pipas, pero eso genera conflictos entre los vecinos, pues muchos aseguran que se las manda algún determinado diputado.

El señor Gonzalo Castillo mencionó que deben tener filtro en tinacos para poder usar esa agua para bañarse. “Hay veces que hasta huele a caño”, expresó.

Dijo que el agua que reciben no se la dan ni a los perros, pues sería demasiado nociva para su salud.

EL UNIVERSAL ingresó al domicilio y se observó una fila de cubetas con agua que acababan de llenar, y la mayoría de ellas tenían color arena. Incluso, las cubetas que tenían vacías mostraban las marcas que dejaba el líquido.

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