Toluca, Méx.- Los niños que dejaron de asistir a las clases presenciales en preescolar y primaria presentan muchas afectaciones, desde lo cognitivo, habilidades socio emocionales, hasta físicas como saltar, correr o dibujar, pero el tema es si habrá la capacidad en México para atender a esta población, ante la falta de evaluaciones oficiales, pues ni siquiera hay información consolidada sobre abandono y rezago, coincidieron especialistas pedagogos y en neuroeducación. 

Nancy Aidee Arzate Salgado, Doctora en Psicología Escolar con especialidad en investigaciones educativas de la UAEMex, explicó que al dejar de asistir a la escuela, los menores pierden el desarrollo cognitivo, pues en las instituciones dependen de programas avalados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y están pensados para la formación de ciudadanos, de modo que las familias si bien hacen lo mejor que pueden, los recursos son muy limitados. 

Es así que, se pierde la finalidad y la aplicación de los métodos de aprendizaje, pues no es lo mismo tener un ambiente enriquecido con padres profesionistas a una familia emergente que van a ser quienes se escolaricen con las clases a distancia.  

"Hay un empobrecimiento de la cultura general, porque las familias van a tener diferentes pisos, en cambio en la educación formal hay un estándar", señaló.

Por otra parte, dijo, que el lenguaje no se desarrolla si no existe la necesidad, por ejemplo en casa, las familias con que el niño emita sonidos o señale un objeto, consideran que existe una comunicación que no les obliga a usar y aprender palabras. "Eso es un foco rojo, una forma clara en que se ha visto el retraso en el desarrollo del lenguaje. Los niños están demorando más en hablar y es esa parte de la socialización lo que se atrasa".

Además, mencionó, se ha perdido una parte crucial, que es la formación en valores. Toda vez, que no hay familiares que les pongan límites, les regulen el comportamiento,.no cuentan con modelos de imitación, ni los elementos que son formativos para la incorporación a diferentes contextos. 

Señaló que para mayo del 2021 de acuerdo con los reportes hubo una deserción escolar del 26.6%, considerando alumnos desde los 3 años - niños que no fueron a preescolar - hasta el posgrado, la mayoría se dió de baja por el desempleo de los padres y la carencia de los recursos tecnológicos, así como, económicos. 

Por su parte, Alma Maldonado, especialista en pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM precisó que los menores que no acuden a la escuela presentan rezago en ventanas cognitivas que si no se aprendieron en ciertas edades, no se logran más adelante o las van a adquirir con dificultad. 

Señaló que hasta el momento no hay estadísticas, ni datos duros específicos sobre las consecuencias de haber abandonado las clases presenciales; aunque hay datos sobre las adversidades a las que se enfrentan los docentes on el retorno a las aulas, en grados de preescolar y los primeros años de la primaria, toda vez que hay lagunas educativas necesarias de solventar. 

Por su parte, María del Pilar Lillian Guevara López, neuroeducadora especializada en menores de preescolar, consideró que los rezagos si bien existen, sobre todo en habilidades sociales, toda vez que los niños desde los 5 años aprenden de sus pares y con frecuencia, los más avezados para los menos hábiles. 

"Es un retraso en cuestión de convivencia, de socialización y de contenidos como las matemáticas, español. Ojalá fuera el caso de los niños que pro situaciones familiares tomaron la decisión de no mandarlos, aún así los que asisten a clases en línea mantienen un retroceso", destacó. 

Las especialistas; sin embargo, coincidieron en que es necesario confiar en la facilidad de los niños para adaptarse a si realidad, al contexto, aunque ello depende del carácter de cada uno, todos tienen la facilidad para lograr un aprendizaje.

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