En la Ciudad de México, la cantidad de amparos interpuestos por personas que resultaron positivas a la prueba de alcoholímetro para evadir sus horas en El Torito disminuyó de forma sustancial en los últimos cuatro años.

En 2023, entre el 1 de enero y el 12 de diciembre, 391 personas presentaron un amparo contra el arresto impuesto cuando un conductor rebasa el límite permitido de alcohol, esto es apenas 4% de los 8 mil 932 automovilistas que resultaron positivos al alcoholímetro, de acuerdo con la Dirección Ejecutiva de Justicia Cívica de la CDMX.

La cifra es mucho menor a la registrada hace cuatro años, en 2019, cuando 4 mil 319 conductores de los 9 mil 925 detenidos por no pasar el alcoholímetro interpusieron un amparo. Es decir, en 43.5% de los casos se recurrió a esa medida.

Alejandro Ojeda Anguiano, titular de la Dirección Ejecutiva de Justicia Cívica, explicó a EL UNIVERSAL que al inicio de esta administración se encontró “una red” de coyotes que facilitaban a los infractores acceder a un amparo que les permitiera no acabar en El Torito.

No obstante, en febrero de 2021, las autoridades pusieron “un candado” para que quien resultara positivo con .4 de alcohol en la sangre fuera sancionado con la Ley de Justicia Cívica, que establece arresto de entre 20 y 36 horas.

“Había una red de corrupción de abogados, de coyotes, como les decimos; muchas veces el infractor llegaba al Torito y ya se encontraba el actuario para darle su liberación, y él con su liberación acudía al corredor, recibía su vehículo, se iba a su casa y esperaba dos o tres meses a que el juez señalara que su amparo no era válido, era sobreseído”, dijo Ojeda Anguiano.

El problema se alargaba cuando los autoridades intentaban dar con estos infractores para que cumplieran sus horas de arresto, pues algunas veces “era imposible”, ya que vivían en otras entidades aledañas a la Ciudad, como el Estado de México o Morelos, o incluso cambiaban su nombre, incurriendo en un delito.

“¿Cuál fue la bondad de esta reforma? Que el vehículo era trasladado al corralón, aunque fuera acompañado por una persona que no estuviera intoxicada, y el plus fue, si no cumple sus horas de arresto, no se le devuelve el vehículo”, señaló.

Actualmente, el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México en su artículo 50 establece: “En caso de que se certifique que el conductor sobrepase el límite de alcohol permitido, se encuentre en estado de ebriedad o de intoxicación de alcohol, narcóticos, estupefacientes o sicotrópicos al conducir, se sancionará con arresto administrativo inconmutable de 20 a 36 horas, y seis puntos de penalización a la licencia para conducir, sin menoscabo de lo estipulado en la ley y demás reglamentos aplicables, en tanto que el vehículo será remitido al depósito vehicular”.

Con esta medida se logró que los vehículos de las personas —independientemente de la entidad de origen— que circulen en la Ciudad de México y rebasen el límite permitido de alcohol, sean trasladados al corralón y que los ciudadanos cumplan sus horas de arresto.

“Nuestra jurisdicción solamente era en la Ciudad de México, decían ‘soy del Estado de México, entonces me amparo y venme a buscar’; yo no te podía buscar porque tenía que pedir al Estado de México que hiciera la localización, la presentación, y jurídicamente era un galimatías poder resolverlo”, explicó.

“Si bebes, no conduzcas”

Para Ojeda Anguiano, el objetivo del alcoholímetro es simple: se trata de una acción preventiva para evitar accidentes y daños a uno mismo, a seres queridos y a terceros. Por ello, consideró que reducir la cantidad de amparos para evitar pasar la noche en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, ha logrado romper con la cadena de corrupción y permitir que el programa Conduce Sin Alcohol sirva para lo que es.

“A nosotros no nos interesa la parte económica o que las personas estén en El Torito, sino que es un programa noble, que toda la ciudadanía sabe que es preventivo. Si bebes, no conduzcas, toma un taxi, toma cualquier vehículo que te acompañe, pero no cometas la irresponsabilidad de conducir en estado de ebriedad”, remarcó.

Según datos de Justicia Cívica, los meses de 2023 con la mayor cantidad de remisiones por rebasar la cantidad de alcohol fueron enero, con mil 33; marzo, 969; abril, 915, y febrero, con 827. En ese periodo, el porcentaje de conductores que presentaron un amparo para evadir El Torito fue de entre 3% y 4%.

Los ciudadanos que más han sido sancionados son de Álvaro Obregón, Coyoacán, Azcapotzalco, Iztapalapa y Venustiano Carranza; en 90% de los casos son hombres.

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