El aguamiel , o también conocida como sirope, tlachique o agua de agave se origina del maguey pulquero ( Agave salmiana Haw ), maguey verde ( Agave gentryi ), maguey de montaña ( A. atrovirens Karw. ) y el agave americano ( A. americana L. ) que crecen en las zonas montañosas y planicies mexicanas.
Esta bebida tradicional se puede beber directamente del agave o dejar que se fermente para que se convierta en pulque.
De acuerdo con una investigación de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero , del estado de Hidalgo, el aguamiel ya se extraía en el año 200 a.C. en Teotihuacán, Tulancingo y Tula.
Esto se demostró gracias a que se encontraron raspadores utilizados para extraer el aguamiel .
El aguamiel es producido por agaves adultos y maduros con 8 años aproximadamente de edad.
Esta bebida ancestral es de consistencia acuosa y tiene un sabor dulce; es preferible que se consuma lo más pronto posible después de su extracción, porque después de un rango de 24 a 48 horas el aguamiel empieza a fermentar por acción de microorganismos y levaduras presentes en la bebida, como los Lactobacilulus spp, Leuconostoc spp y Zymomonas mobilis, por lo que se obtiene el pulque.
El aguamiel contiene azucares, principalmente fructosa, y en menor medida glucosa y sacarosa.
También aporta grandes cantidades de fibra y de inulina, que es un poliscárido que pasa al tracto digestivo y actúa como fibra soluble, y es capaz de ser fermentada por las bacterias del colon.
Entre sus múltiples beneficios, el aguamiel ayuda a la composición de la flora intestinal gracias a la ya mencionada inulina, aumentando las bacterias buenas para la flora intestinal.
señala que es un magnífico probiótico, ayudando a combatir la gastritis y el estreñimiento.
La bebida también es un buen antioxidante, ayuda a controlar el colesterol malo, fortalece el sistema inmune y, si se consume seguido, puede limpiar de buena forma el aparato digestivo para que tenga un mejor funcionamiento.