¿Sabías que el momento del día en que comes puede influir directamente en la salud? La crononutrición estudia la estrecha relación entre la alimentación y los ritmos circadianos del cuerpo, los cuales regulan la energía, el apetito y el sueño.
Sincronizar nuestras comidas con estos ritmos naturales puede optimizar el bienestar al impactar positivamente en procesos fisiológicos y metabólicos clave.
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Nuestro cuerpo tiene un sistema circadiano, como una orquesta bien coordinada y en el cerebro está el director que dirige a los otros "relojes" del cuerpo situados en órganos y tejidos como corazón, hígado, intestino y páncreas.
Estos relojes regulan muchos procesos fisiológicos y conductuales a lo largo de un ciclo de aproximadamente 24 horas, conocido como ritmo circadiano.
De hecho, la regulación del ritmo circadiano depende de hábitos tales como:
Por la mañana, de 6:00 a 8:00 horas:
Por la mañana y a medio día, de 8:00 a 12:00 horas:
Por la tarde, de 12:00 a 18:00 horas:
Por la tarde-noche, de 18:00 a 22:00 horas:
A la media noche y durante la madrugada, de 22:00 a 3:00 horas.
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"Desayuna como rey, come como príncipe y cena como mendigo": este famoso refrán de la abuela tiene mucha sabiduría, y sustento científico. Sugiere concentrar la mayor parte de la ingesta calórica en las primeras horas del día, cuando el cuerpo está más preparado para procesarla.
Cenar ligero es de suma importancia, ya que la producción de saliva, que ayuda a neutralizar los ácidos del estómago, es mayor durante el día y por la noche disminuye, lo que puede aumentar el riesgo de reflujo si comemos pesado.
La microbiota intestinal (los microorganismos del intestino) también tiene sus propios ritmos circadianos. Una dieta de mala calidad o comer a deshoras puede alterar la composición y función de la microbiota, contribuyendo al desajuste circadiano y a problemas de salud.
Considera que además de la alimentación, otros factores clave para sincronizar los ritmos son la exposición a la luz natural por la mañana, sueño de calidad (6-8 horas nocturnas) y actividad física regular.
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