Los muffins y cupcakes se han convertido en el postre favorito de todos, pues además de ser perfectos para decorar con casi cualquier cosa, tienen un delicioso sabor, son fáciles y rápidos de preparar. Estos postres son muy parecidos, pero, ¿Sabes cuáles son sus diferencias ? Descúbrelo.
Estos dos bizcochos suelen confundidos pues su presentación es muy similar: normalmente vienen en moldes de papel, las porciones son individuales, se pueden decorar de diferentes maneras.
Los llamados “pastelitos de taza” son pequeños panes las cuales se elaboran con la misma masa de los pasteles, pero horneados en pequeñas porciones, suelen tener una masa más delicada, suave y aireada, acompañada con un relleno cremoso. Se elaboran con mantequilla y su forma suele ser bastante achatada pues se necesita de una superficie plana para elaborar las espectaculares decoraciones con las que viene acompañado.

Los cupcakes se popularizaron con la serie americana “ Sex and the City ” en dónde las protagonistas las preparaban en su famosa pastelería Magnolia.
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Por otro lado, los muffins son unos bollitos de origen anglosajón tienen una textura un poco menos esponjosa, llevan menos azúcar, el gran atractivo de estos panecitos es que se pueden acompañar con diferentes ingredientes como mermelada, cajeta, chocolate e incluso yogur. Estos pequeños bollos incluso cuentan con una receta salada de ellos mismos.
Al contrario de los cupcakes la decoración de estos no suele ser muy elaborada, en ocasiones se espolvorea con Streusel, una mezcla de mantequilla, harina y azúcar, para hacerlos más crujientes.
La textura de los muffins es más densa y compacta pues no se incorpora tanto aire en la masa. Se presentación asemeja la de un hongo, pues estos no son tan decorados. Se les puede añadir diferentes ingredientes como fruta, queso crema , frutos y chocolate, aunque si lo prefieres, también puedes optar por la opción salda de estos.
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