Tomar una taza de café es revitalizante; para muchas personas, forma parte de su rutina matutina antes de ir a trabajar o es el complemento ideal de la sobremesa en reuniones con familiares y amigos. Esta popular bebida ha recorrido un largo camino desde sus orígenes en Etiopía hasta llegar a mesas de todo el mundo.
Pero, ¿alguna vez te has detenido a percibir todo lo que tus sentidos captan al dar un sorbo? Al igual que el vino, el queso, la cerveza y el chocolate, el café puede ser increíblemente complejo. Aprender a degustar es una experiencia que despertará todos tus sentidos y te hará más consciente del valor de este producto.
Hoy, en Menú, descubre cómo degustar una taza de café como un experto y disfruta de todos los sabores, aromas y recuerdos que esta bebida puede ofrecerte.

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A veces, la rutina diaria nos hace olvidar prestar atención a nuestros sentidos. ¿Alguna vez te has detenido a percibir el aroma del café recién preparado por la mañana? ¿O has notado la diferencia de sabor y calidad entre dos tipos de café?
Para los verdaderos amantes de esta bebida, la cata de café es un hábito imprescindible. La Asociación Española del Café menciona que catar café es un proceso que permite descubrir sus “propiedades organolépticas mediante los órganos de los sentidos”. En otras palabras, es un conjunto de técnicas que ayudan a identificar, percibir y apreciar las características únicas del café.
Más allá de mejorar la experiencia de consumo, la cata también es una herramienta esencial para productores y compradores, ya que permite evaluar la calidad de los lotes y detectar posibles defectos en los granos. En este sentido, se podría considerar un verdadero “control de calidad”.
Para quienes disfrutan del café en casa, esta práctica puede convertirse en una experiencia enriquecedora, ayudándoles a desarrollar una mayor sensibilidad hacia los sabores, aromas y otras características, al tiempo que los conecta con el origen de su bebida.
Si quieres aprender a degustar el café como un profesional, sigue leyendo porque en Menú te explica paso a paso cómo hacerlo.
En primer lugar, para poder apreciar las características de tu café, se sugiere prepararlo sin agregar otros ingredientes como leche o azúcar, de modo que el centro de atención sean las propias cualidades de los granos y sea más fácil identificarlas. Usa el método de extracción de tu preferencia, ya sea prensa francesa, filtrado, Chemex, sifón, etc.
Según el método y los granos de café que utilices, pueden resaltar algunas características. Al realizar una cata de café, se busca identificar aroma, acidez, cuerpo y sabor para crear un perfil específico de las distintas mezclas que pruebes.
Ten en cuenta lo siguiente antes de degustar un café:
Ahora que ya conoces estos conceptos, sigue los siguientes pasos para identificar con tus sentidos estas características:
Recuerda que no hay una respuesta única para describir las características del café. A medida que adquieras experiencia, tus comparaciones y referencias al sabor serán más detalladas.
Seguramente habrás escuchado a expertos decir: “Es terroso, con notas de hierbas frescas y un sabor especiado persistente” o “bien redondeado, con sutiles notas de cacao y nueces tostadas que equilibran la suave sensación en boca”. Estas son formas más específicas de describir una taza de café.
Si buscas ampliar tu vocabulario para describir sabores, puedes apoyarte en herramientas como las notas de cata indicadas en las bolsas de café o gráficos como la Rueda de Cata de SCA, elaborada en 2016 por World Coffee Research. Esta es una representación visual de los sabores y aromas del café.
Aun así, recuerda que esta experiencia es personal. Disfruta a tu manera de esta bebida favorita de muchos.
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