Autoridades y habitantes de 37 comunidades de Chalchihuitán , que impugnarán la resolución del Tribunal Unitario Agrario (TUA) del pasado miércoles que favoreció al vecino Chenalhó , rechazaron los 15 millones de pesos compensatorios ofrecidos por el gobierno.
Rehusaron además las 300 viviendas ofrecidas por la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y los proyectos productivos para toda la población de ese municipios de los Altos de Chiapas.
Durante la reunión de autoridades y unos 300 lugareños en la plaza central municipal, el alcalde Martín Gómez Pérez y el presidente de Bienes Comunales, Nicolás Pérez Girón, informaron sobre el fallo del Tribunal, cuyo documento no fue leído en el encuentro.
Pobladores consultados sobre el tema, negaron el triunfo de Chenalhó y afirmaron que existe “un empate, porque no fue a favor de uno ni de otro”.
Los inconformes acordaron además que sustituirán al abogado defensor debido a que “ganaron el caso, pero el abogado no hizo bien su trabajo”.
El miércoles el Tribunal resolvió y ordenó restituir a Chenalhó 365 hectáreas, que disputan hace más de 40 años.
Sobre el tema, la diócesis de San Cristóbal de Las Casas consideró que el fallo agrario que invalida el deslinde anterior, que la misma Secretaría de la Reforma Agraria realizó hace 45 años y ordenó a la Sedatu realizar uno nuevo, “es un despojo de las hectáreas que el mismo gobierno había dotado legalmente a Chalchihuitán”.
A través de un documento suscrito por el consejo de pastoral, encabezado por el obispo saliente Felipe Arizmendi Esquivel, argumentó que quienes habitaron esas tierras no eran invasores, “sino campesinos pobres que poseyeron de buena fe, que se les entregó con documentos de una resolución presidencial”.
Pobladores de Chalchihuitán indicaron que desde el jueves se normalizó el tránsito a la cabecera de esa demarcación a San Cristóbal de las Casas.
Esto, después de que los chenalheros retiraron el bloqueo y rellenaron la zanja que mantenían en las inmediaciones de la comunidad Las Limas para impedir el paso de sus vecinos.
Y que además varios desplazados retornaron a sus viviendas pese al riesgo y la inseguridad, porque en el municipio “aún no hay paz”.
afcl