Nueva Rosita, Coahuila

La región carbonífera de Coahuila está muriendo, se encuentra prácticamente semiparalizada debido a que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no compra el carbón de los productores locales y las pocas adquisiciones que realiza son a los grandes consorcios Altos Hornos de México (AHMSA) y Grupo Acerero del Norte (GAN), coincidieron productores y personal que dependen de esta actividad.

El carbón de Coahuila generaba 11% de la energía eléctrica del todo el país, pero con los cambios de adquisiciones de la CFE en este momento sólo produce 7%.

De acuerdo con los productores de carbón, de 3 millones 300 mil toneladas anuales que adquiría la CFE, ahora sólo requiere 165 mil toneladas, por lo que pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador que comprenda que la minería es el pilar de la economía de esa región y haga algo para ayudar a la empresas locales.

De la industria minera dependían más de 10 mil empleos directos y más de 50 mil indirectos en los 80 centros de explotación en cinco municipios: Melchor Múzquiz, San Juan de Sabinas (Nueva Rosita), Sabinas, Juárez y Progreso. Sin embargo, en los últimos cuatro años, más de 7 mil trabajadores han sido despedidos de las minas, tajos y tiros verticales (pocitos).

“Esta es la peor crisis que hemos vivido en más de medio siglo. Empezó hace como cuatro años derivado de la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto, porque su gobierno privilegió a las empresas de Estados Unidos, España, Francia y de otros países que producen electricidad con base en el gas importado”, afirmó César Luis Ceniceros Marín, presidente de la Unión Nacional de Productores de Carbón A.C.

En la región carbonífera existen dos organizaciones de productores que agrupan a más de 80 empresas mineras: la Unión Nacional de Productores de Carbón A.C. (UNPC), presidida por César Luis Ceniceros Marín, y la Unión Mexicana de Productores de Carbón A.C. (UMPC), dirigida por Óscar Luis Fuentes Yáñez.

De acuerdo con los productores de carbón, la única alternativa viable para las empresas que se han quedado semiparalizadas es que la CFE renueve los contratos multianuales por un mínimo de cuatro años, adquiera 3 millones 300 mil toneladas de carbón por año de los pequeños productores y que se respete el precio de garantía de mil 242 pesos por tonelada de carbón con tope a la baja y abierto al alza.

Sin embargo, el panorama luce complicado, pues los contratos firmados con los grandes consorcios se realizaron antes de que terminara el sexenio anterior, según algunos carboneros y transportistas, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias.

“Dos días antes de las elecciones de 2018, el viernes 29 de junio, la CFE otorgó mediante licitación a Altos Hornos de México un contrato de 21 millones de toneladas de carbón para consumo de las centrales carboeléctricas José López Portillo y Cerbón II, en el municipio de Nava. Ese contrato tiene vigencia de tres años a partir del 1 de enero de 2019”, aseguró unos de los carboneros quien sólo se identificó como Ricardo.

Al llamado de auxilio que hacen los pobladores de esta región se han sumado los 25 diputados del Congreso de Coahuila; incluso el líder del Legislativo, Marcelo Torres Cofiño, demandó solución inmediata a la problemática “porque la gente ya no aguanta más”.

En tanto, el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís se entrevistó con el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, a quien urgió a resolver el conflicto y a tomar medidas tendientes a formalizar los contratos multianuales con precios de garantía a fin de dar certidumbre a más de un centenar de medianos y pequeños productores de carbón.

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