Ciudad Juárez.— Jeison Daniel Catarí Rivas, venezolano de 28 años, se tomó una selfie dentro del vehículo del Instituto Nacional de Migración (INM) que lo llevó el lunes a la Estación Provisional. Horas después fue uno de los más de 60 migrantes que estuvieron en el incendio que ha costado la vida de 39 hombres y tiene a 27 hospitalizados.

Lee también:

Su foto, que alcanzó a compartir con sus amigos, fue colocada en una pequeña ofrenda que la comunidad migrante levantó frente al INM.

Ayer sus amigos, quienes se reconocen como familia, lloraban su muerte y exigían justicia. Sin embargo, no había certeza sobre su suerte.

Una lista emitida por el INM la mañana de ayer registraba a Jeison Daniel Catarí Rivas en estado delicado en el hospital del IMSS 35, pero ninguna autoridad confirmaba su estado.

“Somos amigos, compañeros de viaje, nos cruzamos la selva de Darién, teníamos cuatro meses compartiendo, dos en Costa Rica y los demás aquí. Pedíamos juntos, estábamos siempre juntos”, relata a EL UNIVERSAL Robinson Campos Paredes, de 22 años y también venezolano.

Considera que lo que ocurrió el lunes dentro de la Estancia Migratoria “es una masacre” y cuestiona, al igual que decenas de migrantes más, por qué no les abrieron la puerta.

“Dejamos Venezuela por las cuestiones económicas, pero venimos a morir aquí”, dice.

Él y sus compañeros migrantes insisten en que en sus planes no está regresar a su país, sino que esto refuerza sus ganas de cruzar a Estados Unidos.

De acuerdo con su versión, la mayoría de los hombres que habrían fallecido o resultado lesionados el lunes pasado son migrantes que viajaban solos, por ello quienes esperan noticias son sus compañeros de viaje.

Lee también:

“Falta una política migratoria”

El sacerdote Javier Calvillo, titular de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, aseguró que el incendio que dejó 39 muertos y 27 heridos el lunes pasado deja en evidencia que en Ciudad Juárez no existe una política migratoria.

“Aquí vemos un tremendo descuido, una tremenda descoordinación de los tres nieves de gobierno; vemos aquí que realmente no hay una política migratoria clara, integral, humana y digna, puesto que cada nivel de gobierno hace lo que le conviene”, expuso.

El sacerdote Calvillo recordó que los migrantes no son mercancía, no son estadísticas, sino personas.

“Quisieron limpiar Juárez para que se viera mejor, pero qué triste que la vida da otra jugada”, expuso.

Agregó que seguirá trabajando por los migrantes y esperará a que las autoridades esclarezcan lo sucedido.


Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión y muchas opciones más.

Comentarios