Anoche, centenas de habitantes de fraccionamientos y zonas de invasión aledaños a la Parcela 1113, reabierta por el gobierno municipal de Cancún para el depósito de la basura, volvieron a bloquear los accesos al sitio, en protesta por los malos olores y la fauna nociva que ha vuelto con apenas día y medio de operación del confinamiento provisional.
Un promedio de 800 personas bloqueó el paso en distintos puntos sobre el Arco Vial y en el camino a Rancho Viejo, advirtiendo que no cederán a la pretensión del ayuntamiento de Benito Juárez de reusar la Parcela 1113, porque además de violar la Norma Oficial Mexicana 083 (NOM 083) sobre la distancia mínima de zonas habitacionales, los fétidos aromas de la basura descompuesta se han hecho presentes de nuevo.
Las y los vecinos de Palmas, La Colina, Aloja, Villas Otoch, Villas del Mar, Monte Sinaí, Tres Hermanos, México, la zona de invasión y Rancho Viejo, reclamaron que, además de originar un problema de salud pública, el reuso del confinamiento de basura devalúa las propiedades de habitantes de fraccionamientos cercanos y debió ser prevista por las autoridades.
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El secretario general del ayuntamiento, Pablo Gutiérrez, acompañado de otros funcionarios municipales de Protección Civil, Antonio Riverol y de Gobierno, Rodrigo Ramos, llegaron a dos de los puntos de bloqueo para retomar diálogo con la gente, con la que se había acordado horas antes, retirar las piedras y objetos que obstaculizaban el paso de los camiones de recolección de basura.
En el bloqueo localizado frente al fraccionamiento Aloja, mientras el diputado federal de Morena, Alberto Batún, bostezaba, les recordaron que al reusar la Parcela 1113, estaban violentando ya la NOM-083.
“Legalmente usted sabe que no es posible tirar la basura aquí. Es inaceptable, aunque sea temporal. ¿A quién quieren engañar? Lo invitamos a usted a que venga a vivir un mes aquí. Es insano, pero a ver qué opina.
“No es justo que nos quieran venir a cargar la basura de todos. ¿De dónde quieren venirlo a abrir e imponernos? No vamos a aceptar ni tantito el basurero aquí”, le espetaron.
Infructuosamente, el funcionario intentó explicar la situación, señalando que se vive una “contingencia ambiental”, debido a que hace una semana parte de la montaña de basura mal apilada y recubierta en la cuarta celda del relleno sanitario en la Parcela 196, en la zona continental de Isla Mujeres, se desgajó, precipitándose al vacío y rompiendo los drenes que conducen los lixiviados a las albercas en donde se depositan para evitar su contacto con el suelo.
Como consecuencia, esos líquidos tóxicos quedaron fuera de la zona impermeabilizada con geomembrana, filtrándose al acuífero subterráneo por donde corre el agua que, además de usarse para la población, corre hacia el mar, con riesgo de ser contaminada.
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Las y los habitantes se dijeron conscientes, pero culparon al gobierno municipal de no vigilar el correcto funcionamiento del relleno sanitario, clausurado por la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA) el pasado 15 de julio.
Le responsabilizaron también por no exigirle a la concesionaria Promotora Inmobiliaria Mahahual (PIMSA), corregir sus deficiencias desde hace años; por no habilitar un sitio alterno previendo una contingencia de este tipo y por preferir sacrificar a las y los vecinos, lidiando con la peste de la basura y la fauna nociva que genera.
“¿Usted comería o dormiría en un sanitario?”, “¿usted dormiría entre la mierda?”, “no me digas que nos comprendes, porque tú no vives aquí”, “¿Y si mejor les vamos a tirar la basura a sus casas o al Palacio municipal?”, le cuestionaban o increpaban al funcionario.
Gutiérrez intentaba buscar soluciones y se topaba con un “no” rotundo. Algunos vecinos plantearon que se firmaran acuerdos, entre los que solicitaron el pago de atención médica para quienes presentaran problemas gastrointestinales o pulmonares, derivados de la cercanía con el confinamiento de la basura, ubicado a menos de 300 metros del área habitada– otros pedían la introducción de drenaje, luz y banquetas, en la zona de invasión, lo cual no era posible.
Bajo una pertinaz lluvia, el funcionario ofreció reducir de seis meses, como plazo de operación de la Parcela 1113, a 45 días, en lo que se buscaba y encontraba un nuevo sitio, se tramitaban permisos y se habilitaba con una geomembrana para impedir la contaminación del manto freático.
No le creyeron. La gente le expuso que siempre les prometen y que nunca les cumplen. ¿Entonces no hay diálogo?, preguntó. “No, no hay diálogo”, le respondieron en ambos puntos del bloqueo.
“El problema es que para todo son ‘mejoralitos’ y pequeños parches mientras llegan las elecciones, nunca hay soluciones”, le dijo uno.
“Creo que usted no está entendiéndola afectación que quiere provocar, que quiere que aceptemos y que quiere que nos quedemos callados. Discúlpeme, pero no va a suceder. Ustedes son el gobierno y tienen que resolver, no a costa de que tengamos que aguantar la basura”, le expresó otro.
A la medianoche el encargado de la política interna de la comuna se marchó rumbo al Palacio municipal, en donde aguardaba la alcaldesa, Ana Patricia Peralta, quien declaró que se tenía ya un sitio en evaluación, pero no dio mayores detalles.
Antes de retirarse, el funcionario declaró que seguirían buscando una vía de solución pacífica y dijo que se mantenían en contacto con las alcaldesas de Isla Mujeres, Atenea Gómez y de Puerto Morelos, Blanca Merari, sobre el desarrollo de la situación, debido a que esas demarcaciones también depositaban su basura en el relleno sanitario de la Parcela 196 y ahora debían hacerlo en la Parcela 1113, pero no se puede.
Este viernes los bloqueos sobre el Arco Vial se levantaron parcialmente, debido a que la gente debía ir a trabajar, pero un puñado mantuvo cerrado el paso hacia el camino principal, lo que impide que los camiones recolectores entren a depositar la basura.
El servicio de recolección está semiparalizado debido a esta situación y aunque hay vecinos que señalan que otros cedieron ante las ofertas del gobierno, otros indican que por la tarde, al salir de sus empleos, volverán a bloquear la zona.
bmc