Pachuca.— Las tolvaneras de polvo de jal que se registraron la semana pasada en el municipio de Zimapán, Hidalgo, originaron afectaciones a la salud de pobladores de nueve comunidades de esa demarcación, que respiraron polvo que contiene, en pequeñas cantidades, arsénico, plomo, cianuro y zinc.

Así lo denunciaron por separado el investigador y especialista en química y metalurgia, Francisco Patiño Cardona, y el diputado de Morena, Víctor Guerrero Trejo, quienes acusaron de omisión a las empresas mineras, debido al daño a la salud que ocasionan los jales.

Patiño Cardona explicó que en el caso de Zimapán, los jales tienen una mayor concentración de metales pesados en comparación con otras regiones. En esta zona el agua también se ve afectada, puesto que los mantos acuíferos tienen contacto con rocas arsenopiritas que contienen arsénico y fierro.

Indicó que los jales en Zimapán tienen 100 veces más arsénico a lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo permisible es de .010 miligramos y en ese lugar se tiene un miligramo de arsénico por un kilogramo de jal.

“Esto es muy grave porque la gente absorbe sílice, arsénico y plomo, y esto termina en los pulmones y el estómago y puede llegar a la sangre, lo cual, con el tiempo, se acumula y hace que la gente se enferme”.

Por su parte, el diputado Guerrero Trejo, originario de Zimapán, ubicado en la Sierra Gorda en los límites con Querétaro, indicó que los vientos que se tuvieron en días pasados en esta zona de la entidad provocaron nubes tóxicas de jales.

Éstos, acusó el legislador de Morena, pertenecen a las empresas mineras El Espíritu, Sago, Preissan y Carrizales Mining, así como los molinos de procesamiento de carbonato de calcio.

Las tolvaneras, manifestó, causaron problemas respiratorios, irritación de ojos y molestias en la piel a algunos pobladores de localidades como San Miguel, Lincera, Sabina, Santiago, Calvario, Alberca, Colonia Fas, Nueva Reforma y la cabecera municipal.

De acuerdo con su versión, con ese polvo también se contaminaron pozos de agua, ríos y otros afluentes de agua potable, por lo que hizo un llamado para que las autoridades de salud y del medio ambiente de la entidad intervengan en el daño ambiental. Agregó que los jales deben ser responsabilidad de las empresas mineras para que tengan un confinamiento adecuado.

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