Chilpancingo.— El aire de la capital de Guerrero continúa contaminado por el humo que están provocando los cuatro incendios forestales que la rodean. El ambiente en Chilpancingo como en Acapulco es turbio.
En el puerto, una bruma de humo está sobre gran parte de la bahía.
La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil reportó que en Chilpancingo el incendio forestal en el complejo de Agua de Obispo, Cerro del Toro, Cerro del Indio y Rincón de la Vía hay un control de 95%.
La dependencia reportó una superficie afectada preliminarmente de mil 700 hectáreas.
Además informó que en las labores de control y liquidación participan brigadistas del Ejército, Comisión Nacional Forestal (Conafor) y de Protección Civil.
En Chilpancingo también hay incendios en el corredor que integran las poblaciones de Palo Blanco-Acahuizotla, en las comunidades de Mazatlán y Petaquillas.
La dependencia informó que este martes fue controlado en 100% el incendio forestal del complejo de Coapango, Huacalapa, La Ciénega, Bordo Colorado, Xocomanatlán y Las Tinajas, municipio de Chilpancingo, el cual afectó unas 860 hectáreas.
De acuerdo con el gobierno del estado, en lo que va de la temporada de estiaje en Guerrero se han contabilizado 174 incendios forestales, los cuales han afectado una superficie de más de 125 mil hectáreas de bosque, arbustos y pastizales.
De acuerdo con la Conafor, en Guerrero hay 24 incendios activos e indicó que el incendio que mayor tiempo tiene ocurre en La Piedra, en el municipio de Coyuca de Catalán, en Tierra Caliente. Este incendio, según la comisión, está liquidado en 80% y ha afectado a por lo menos unas 5 mil 419 hectáreas. Este incendio comenzó el 23 de abril.
Protección Civil dijo que hay 14 incendios activos en los municipios de Coyuca de Catalán, Pungarabato, Arcelia, Ajuchitlán del Progreso, Cutzamala, Tlapehuala y Arcelia en la región de Tierra Caliente.
Pobladores de la Sierra de Guerrero denunciaron que no han podido combatir los incendios debido a que son zonas donde operan por lo menos dos organizaciones criminales, La Familia Michoacana y Los Tlacos, que mantienen una disputa abierta desde hace casi dos años.
Los vecinos alertaron que parte de los bosques que se están quemando son zonas donde hay una “gran biodiversidad de árboles, especies y es origen de mantos acuíferos de gran importancia”.