Pachuca.- Lavinia Espinosa tiene un objetivo: romper los estereotipos de que la agronomía es cosa de hombres y que en los puestos directivos no importa el género para desempeñar el cargo. Ella es la primera mujer en ser nombrada como directora de la escuela Preparatoria Agrícola de la Universidad Autónoma de Chapingo , desde su creación en 1978.

Originaria de Pachuca, Lavinia tenía su destino ligado a Chapingo, y llegó ahí como estudiante de la maestría en sociología rural, después de graduarse en psicología en la Universidad Autónoma de Hidalgo. Entonces no lo sabía pero desde que cruzó las puertas en Chapingo, su vida se enganchó a ese lugar.

Los primeros ocho años los pasó como catedrática, hasta que hubo la oportunidad de participar en la convocatoria para la dirección; en ella hubo dice hubo cuatro aspirantes dos hombres y dos mujeres, una de ellas terminó por sumarse a su proyecto.

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La lucha durante la campaña para la dirección fue vencer el estereotipo de ser mujer. Lo que más escuché fue “no profesora, tú eres mujer nunca vas a ganar la dirección, porque siempre han sido hombres”.

Ese fue el primer reto; tú no vas a poder por ser mujer, y demostré que no es así, que a los jóvenes les gusto el proyecto humano y social que les presentamos. Lavinia tomó posesión de la dirección el nueve de febrero de este año y culminará en febrero del 2025.

En este colegio que tiene como antecedente la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) , la cual fue fundada en forma oficial el 22 de febrero de 1854. En 1969, deja de ser militarizada y en 1970 acepta a las primeras mujeres como estudiantes.

En 1978 se Convierte en Universidad Autónoma Chapingo, en ese año surge la Preparatoria Agrícola y hoy después de 44 años, por fin una mujer se sentará en la silla de la dirección.

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Parece fácil pero no lo ha sido, es ir conquistando espacios, generar igualdad; que las mujeres rompan la inercias de que solo los hombres pueden ocupar un cargo. Cuenta que su trabajo será con perspectiva de género y lo primero es crear un protocolo de seguridad para las estudiantes.

No se puede dejar de lado la necesidad de que las jóvenes estén en un entorno seguro que se sientan tranquilas en un espacio de estudio y de convivencia y es a través de éstos protocolos como les daremos esa seguridad.

En el trabajo en la preparatoria, precisa, se debe de romper con dos esquemas de alto riesgo para el desarrollo profesional. Que la rama de agronomía no solo es de hombres, sino también de mujeres. Actualmente de la matrícula de 4 mil 200 estudiantes, el 47 por ciento son mujeres.

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Asevera que su tarea será una formación humanista y que esté permeada por la igualdad, que se comprenda la importancia de la mujer dentro del ambiente agronómico.

“Se ha cambiado un poco pero en la división a las ingenierías aún hay esta división hay cinco mujeres a lo más en algunas. En otras como agroindustria, economía o agro ecología que se consideran más de mujeres se tiene una matrícula mayor. En las carreras existe ese estereotipo y lo que buscamos es que se comprenda que mujeres y hombres podemos hacer las cosas por igual”.

Además resaltó que también se tiene que cambiar la idea de que la rama agrícola es sinónimo de pobreza lo que genera su exclusión y discriminación. Pero es el sector primario con los campesinos y los agrónomos los que hacen posible que haya comida en la mesa, es una de las profesiones más nobles que se pueden encontrar, asevera.

Los próximos tres años serán de retos de marcar una igualdad de género en todos los niveles y así será su administración, señala.

afcl/acmr

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