Desolación experimentó el cineasta Everardo González, el día que cruzaba el desierto de Mongolia y la camioneta que lo transportaba, estuvo a punto de voltearse por la velocidad.

“Si pasaba algo, no había nadie a ocho horas de distancia”, reflexiona.

El director se encontraba a miles de kilómetros de México levantando imágenes de comunidades en zonas áridas, acompañando al artista visual Alfredo de Stefano.

Juntos visitaron, a lo largo de tres años, los desiertos de México, Chile, EU, India, Islandia, Marruecos, Namibia, Perú y donde pasó el incidente.

Ellos mismos cargaban el equipo y tratando de entender a los pobladores con una lengua distinta a la de ellos, apoyándose en traductores que al final del día eran más poetas que transmisores de la idea real.

“Nos dimos cuenta hasta después, que lo que nos decían no tenía nada que ver”, recuerda.

González fue invitado por De Stefano para un detrás de cámaras, pero el egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica entendió que tenía bastante material para armar algo más.

Así nació Yermo, documental que estrena hoy inicialmente en salas de la Ciudad de México, Morelia, Guadalajara y Saltillo.

“Los desiertos son distintos a cuando todo es yermo (sin vegetación o emprobrecido) a cuando estás en comunidad, donde dependes absolutamente de ella. Justo un poco lo que pretendo es mostrar esa dependencia, los círculos familiares son pequeños grupos de supervivencia, esa idea de comunión sin ideología, por necesidad de sobrevivir”, comenta.

La edición de Yermo, liderada por Paloma López Carrillo se destrabó cuando tuvieron en sus manos una traducción fidedigna de los entrevistados. Encontraron el hilo conductor y todo fue más sencillo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses