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Los Ángeles.— Saber lidiar con el adiós fue el último reto para los realizadores y actores de la serie Game of thrones (GOT 2011-2019), cuyas reacciones antes de leer sus últimas escenas en la temporada ocho y cómo iban a partir fueron capturadas por Jeanie Finlay en el documental The last watch que debutó esta semana en la cadena HBO y HBO GO.

“Fue un día tremendamente emotivo cuando los actores se sentaron en la mesa a leer los seis episodios de la última temporada”, comparte a Finley a EL UNIVERSAL vía telefónica desde Londres, “yo sabía que el actor Kit Harrington (Jon Snow) no había leído los libretos, así que apunté mi cámara a él para capturar su reacción en el momento final. Hubo una exclamación, una lágrima y una mirada de incredulidad observando al otro lado de la mesa a la actriz Emilia Clarke (Daenerys Targaryen)”.

En The last watch, el espectador podrá ver cómo en esa misma junta que describe Finlay, la actriz Maisie Williams, es festejada por todo el reparto por cómo su personaje de Arya Stark hace ver su destino final al Night King, cuyo desenlace provocó una bomba expansiva de celebración en las redes sociales cuando su episodio “The long night” se estrenó el 28 de abril.

“La serie concluyó triste como lo supuse”, dice la productora ejecutiva Bernie Caulfield, cuya oficina estaba en Belfast, a unos metros del foro Titanic (la ciudad ensambló al fatídico crucero en 1912), donde a su costado se construyó durante medio año la ciudad de Kings Landing, que en el clímax GOT sería arrasada por el fuego del dragón de Daenerys.

Finley describe que así como GOT estaba llena de secretos, también la existencia de The last watch lo fue, teniendo que guardarse el secreto del desenlace de la serie ante su familia. La documentalista tuvo acceso libre a cada escena y capturó momentos muy íntimos, sobre todo con el equipo de rodaje que normalmente no recibe los reflectores.

“Me gusta mucho prestar la atención a la gente no usual, a quienes terminamos nombrando los héroes sin nombre. Pensé que podríamos contar una historia emocional, si sentíamos a Game of thrones a través de ellos. Muchos incluso estuvieron desde la primera temporada, por lo que significaba cerrar un capítulo de casi una década en sus vidas como profesionistas”, dice Finlay, también realizadora del documental Orion: The man who would be king (2015).

La nostalgia y el sentido de partida se palpa en varios momentos de The last watch, como cuando Clarke se pone por última vez la peluca rubia de su Daenerys, mientras la peinadora Candie Banks le da confort en sentido de camaradería. Lo mismo ocurre con Andrew McCay, quien orgulloso dice a la cámara que él sirvió como soldado bajo las órdenes de Robert Stark y luego Jon Snow, para luego describir que no sabe si saldrá en el encuadre final de su escena, pues él es parte de centenas de extras que participaron en la batalla de “The long night”.

Con una posición privilegiada, Finley y su equipo de rodaje, atraparon momentos conmovedores, como la muerte de Jorah en los brazos de su reina Daenerys. El llanto de Clarke en medio de actores y técnicos de la cámara trae consigo la compasión del momento y el sentir de dejar ir que cada participante de GOT experimentó en las filmaciones.

Tras los hombros del extra McCay, vemos la última toma en la que participó Harrington, al tiempo entre sollozos le da gracias al equipo de producción por ser parte ya de su familia extendida. El sentimiento es tan poderoso, que es relevante saber que el pasado martes las agencias informativas reportaron que el actor de Jon Snow ingresó a un centro atención anti estrés, producto de la resaca sentimental que le dejó el fin de GOT.

Y… ¿qué hay de ese vaso de Starbucks encontrado por los televidentes en la cena de Daenerys?

Lo supe desde el momento que lo vi. Es de la cafetería de nuestro servicio de comedor de GOT. Me dio mucha risa cuando la gente hizo los memes. Pero puedo revelar este misterio, no era de Starbucks. Era nuestra.

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