El cantautor mexicano Juan Manuel Torreblanca considera que la música tiene un aspecto medicinal, crea comunidades y ayuda a las personas a encontrar una identidad, pero menciona que no puede cambiar al mundo ni resolver todos los problemas que existen en él.

“La música genera ideales y personalidades, pero una de las roturas de corazón de los músicos es que no arreglamos los problemas que son parte de la naturaleza humana ni cambiamos el mundo, pero sí ofrece un analgésico y un apapacho”, explica en entrevista.

El vocalista del grupo que lleva el nombre de su primer apellido comenta que él es su propio termómetro para medir los problemas de la sociedad y así sentir sus propias cicatrices y el daño que hay en él.

“Así encuentro la hebra que me funciona para escribir cosas que pueden ser útiles para la sociedad pero no tengo una visión de águila que me diga a ciencia cierta el mensaje que debo enviar a nivel conciencia social”, cuenta.

Torreblanca regresa con nuevos sencillos, entre ellos “No puedo pedírtelo” con el que espera volver a lo que él llama “la batalla amorosa” de crear música.

“Estamos en la ola de transición del disco a lo digital y es paupérrima la recaudación, por ello hay artistas que van al urbano y les va mejor, yo disfruto el género, pero siento que cuando uno hace apropiación cultural o rítmica puedes ser poco auténtico y poco sincero”.

Torreblanca cuenta que la mayoría de sus canciones son de experiencias propias, pero que en ocasiones debe investigar para escribir sobre temas sociales.

“’Hueco’ es una canción que habla de una mujer que es víctima de la trata, en el caso de ‘Lobo’ habla de una persona que nace, tiene posibilidades de dedicarse al bien o al mal, pero cae en el crimen organizado y quiero hablar de ello a través de la poesía, sin ser pretencioso”, aclara.

Recientemente lanzó el sencillo “Maricón”, canción que habla de la homofobia.

Torreblanca se presentará el 30 de noviembre en El Cantoral.

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