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Basta con teclear La Rosa de Guadalupe en Internet para ver parodias, compilados de escenas chistosas y memes que hay en torno a este programa que concentra la mayor audiencia en Televisa y que acaba de cumplir 11 años de vida.

En cada capítulo se plantea un problema relacionado con la juventud y en el momento más álgido, cuando casi se pierde la esperanza, interviene La Virgen de Guadalupe, que se manifiesta con una rosa blanca.

En 2017 y el primer semestre de 2018 todas sus emisiones lideraron la audiencia en su horario.

Según datos de Televisa, 57% de sus emisiones se ubicó como el programa más visto de la tv abierta en 2017, y de enero a julio de este año 75% de éstas también lo fueron.

¿Qué es lo que hace que este programa tenga tanto éxito y a su vez sea tan criticado? Las explicaciones de su producción, encabezada por Miguel Ángel Herros y Carlos Mercado (creador) son muchas.

Para empezar, dicen, toman hechos periodísticos y crean historias: Calcetitas Rojas fue uno de los casos más recientes, pero en su lista de programas polémicos están referencias al New’s Divine, Pokemon Go y el reto Momo. Algunos fueron criticados por tocar temas sensibles.

Carlos Mercado dice al respecto: “¿Qué hicimos con Calcetitas Rojas? Una escena, que es cuando llegan y la encuentran. La nota periodística fue una escena. El enorme problema es que a veces la gente no ve el capítulo; si lo vieran, sabrían que no tiene que ver con la historia de Calcetitas Rojas, fue un pretexto para contar la historia de una niña maltratada y que recurriera a las instancias correspondientes”.

A raíz de este capítulo, lanzado hace un mes aproximadamente, activistas como Frida Guerrera alzaron la voz debido a que el programa presenta “problemas cotidianos envueltos en un halo de falta de seriedad, donde se toca con poca ética la problemática de violencia que vive nuestra sociedad”. Tanto Carlos como Miguel Ángel aseguran que cuentan con total libertad para hacer sus programas, jamás los han censurado por hablar de algo o impedido hacer historias, pero nunca han hecho referencia a la Iglesia en sus contenidos.

“En los más de mil programas que llevamos no se ha visto un cura ni una monja. Lo que ves es la deidad unificadora, esperanzadora, la madre de dios que es La Virgen de Guadalupe como una inspiración pero no tiene nada que ver con ninguna institución. El programa está diseñado para ver cómo vive la gente”.

¿Han pensado mostrar los abusos de los curas a los niños, o cómo prevenirlos?

“No. Nosotros no somos quién para ir en contra de una institución. Esa es la labor de los noticieros, no tenemos necesidad de hacerlo y no es porque tengamos un compromiso con la iglesia. Emilio Azcárraga (presidente de Televisa) determinó que, como grabamos escenas en la iglesia, presentáramos los dos primeros capítulos de La Rosa al cardenal Norberto Rivera. Se presentaron, los aplaudieron y nunca los volvimos a ver”.

Los productores consideran que la pérdida de valores es tal que lo que menos se necesita es contribuir a eso. En Internet circulan compilados de escenas de la Rosa de Guadalupe con títulos como “Los 10 peores episodios de La Rosa de Guadalupe” o “Top 10: los episodios más ridículos...”, donde se critica el tono en el que hablan sus actores, los guiones.

Carlos Mercado ofrece una explicación a este estilo:

“Tiene otro ritmo. Es una situación de medios. Con la tele tienes todos los distractores que pueden existir. El mensaje tiene que ser así para que no se pierda. Necesitas actuaciones más arriba de lo normal, si quieres llamarles exageradas está bien pero es parte de un ritmo que debe tener la tv. El gran reto es que no dejen de ver esa pantalla y ¿cómo lo vas a hacer?, a gritos o lo que sea”.

Sobre los memes y parodias, Carlos lo toma filosofía: “Lo veo como algo positivo. Quiero hacer hasta un libro. Imagínate lo que significa para nosotros que Netflix con Verónica Castro, estrella salida de esta empresa nos hagan una parodia, no se están colgando de cualquiera, se están colgando de La Rosa de Guadalupe.

De los memes, los creadores recuerdan la rosa en los vestidores de la selección mexicana en el mundial y la frase que ha aparecido en algunas marchas: Que no te eduque La Rosa. “Es un gran mérito que te tomen en cuenta diferentes sectores de la población”, afirman.

“En la sociedad actual hay carencia de afecto, de seguridad, no hay líderes políticos y en la religión hay muchas posibilidades. Antes te levantabas y te persignabas como un blindaje, este vacío hay que canalizarlo con algo que nos dé luz”.

Más fe. Si bien la realización de La Rosa de Guadalupe une varios conflictos actuales entre los jóvenes, hay muchos otros formatos que también los abordan con distintos matices, como en el caso de Canal Once que este sábado estrenó Niñas promedio, un formato que busca reflejar la alerta del embarazo adolescente con historias ficcionadas basadas en hechos reales. Su guionista y productora, Ximena Escalante, asegura que es un contenido que busca abrir diálogos y romper paradigmas con contenidos creíbles, que no llegan nunca a la farsa.

Yo soy yo es otra de ellas y Como dice el dicho entra también en este círculo que busca enviar un mensaje sin recurrir a la religión o a la fe.

“Hoy la gente tiene deseo de tener fe en algo que los llene”, puntualiza el productor Juan Osorio.

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