espectaculos@eluniversal.com.mx

Cualquiera puede aspirar a la grandeza pero ¿qué significa ser grande?

En la puesta en escena El último teatro del mundo el dramaturgo José Manuel López Velarde hace un análisis al respecto.

“Últimamente permea el que ser alguien es ser famoso, independientemente de por qué lo eres. Creo que por las redes sociales y la democratización de los medios —donde cualquiera puede subir algo a la red— de pronto parece que vale la pena ser famoso aunque lo seas por caerte de un tronco o hacer una mala broma”, considera López Velarde.

La trama de este musical, que se presenta los sábados y domingos en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, gira en torno a Pina, una catarina que sueña con tener el tamaño de un ser humano y, en su búsqueda, descubre que hay un lugar en el que podrá crecer en muchos sentidos: el teatro.

Mediante instrumentos musicales, una combi y diversos cachivaches que en manos de los actores se convierten en utilería, López Velarde busca además mostrar al público el papel del teatro en la vida del hombre.

“Hay una enseñanza de qué es el teatro, que no es un lugar en donde se presenta un famoso, independientemente de si tiene algo que decir o no, es un espacio en donde un grupo de gente logra hacer magia y redescubrirse —y hacer que el público se redescubra— como persona”, explica.

“Es algo inherente y de alguna forma todo el tiempo estamos haciendo teatro”, añade.

La puesta en escena cuenta con las actuaciones de Enrique Chi, Marco Paredes, y Paloma Hoyos, entre otros.

Las diferentes piezas que integran el musical fueron realizadas por Iker Madrid.

El último teatro del mundo se ha presentado en otros recintos como el Centro Cultural Helénico, su más reciente temporada concluirá el próximo 17 de diciembre.

Google News

Noticias según tus intereses