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Dicen que el hubiera no existe pero, ¿qué pasaría si pudieran cambiar algo de su pasado? Esa es la premisa de la obra Destiempo, que cuenta la historia de Michelle y Henry, una pareja que descubre que son el uno para el otro pero hay algo que los separa, no se encuentran en la misma época.

“Un tema importante de la obra es la búsqueda de la felicidad, donde tú la quieras ubicar. Siempre estamos pensando que nuestra felicidad está en el futuro o en el pasado, en el hubiera, pero les queremos decir que la felicidad está en el aquí y el ahora”, explicó Paulina Soto, quien da vida a Michelle.

Acompañada en el escenario por Horacio F. Lazo y Homero Fernández Segura, Paulina está en la segunda temporada de Destiempo, en esta ocasión en el Teatro El Milagro a partir del 10 de abril.

Paulina explicó que el año pasado que estrenaron en el Benito Juárez, tuvieron una temporada corta que no les permitió explorar más la profundidad de sus personajes y de la trama, y que estuvieron más concentrados en desarrollar un dispositivo escénico que les diera la posibilidad de mostrar al público que la situación sucede en tiempos paralelos.

“Ahora esto está resuelto y la escenografía es muy afortunada, la propuesta que hace Félix Arrollo le permite al espectador vivir la misma experiencia que los personajes, en ocasiones el público puede sentir que está en el futuro y a veces en el presente, dependiendo de su perspectiva gracias a este dispositivo escénico”, dijo la actriz.

También han dado nuevas pinceladas a los personajes y han profundizado en el conflicto que enfrentan “porque cada vez que Henry modifica algo sucede una catástrofe”, señaló Soto.

Horacio Lazo comentó que entre las peculiaridades que tiene esta trama está que los personajes fueron creados a partir de las charlas que el autor Daniel de la O tuvo con ellos, porque buscaban que éstos tuvieran ciertas características de sus intérpretes.

“Fue un proceso de risa, llanto, enojo, tocarnos, viajar a nuestro pasado y crear estos personajes, Daniel extrajo lo que pudo y lo que nosotros le dimos. También fue un experimento para nosotros, porque abordamos de manera distinta los personajes, jugamos con nosotros y las emociones”, dijo ella.

El resultado de este experimiento ya dio frutos porque su director, Juan Carrillo fue premiado el año pasado por la Asociación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) como mejor director.

“Este es un montaje entrañable, arriesgado y divertido con el que la gente se va a enojar, conmover y saldrá satisfecha”, según Soto.

Sobre si ellos cambiarían algo de su pasado, ambos respondieron que no, porque están seguros que el camino que recorrieron para llegar al teatro los preparó para el momento que viven.

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