Con una carrera como atleta olímpica, Tamara Levinson llegó a representar a Estados Unidos en Barcelona 1992, y como bailarina ve en su arte la medicina más orgánica del mundo, no sólo frente al contexto actual por la pandemia del coronavirus Covid-19 , sino para la vida.

“Si respiras, hay movimiento. Ese movimiento te conecta a los más hermoso que tienes, tu espíritu. Cuando tocas esa parte de tu ser con conciencia nunca más estás sola, es amor propio, es vida, es ser sin condiciones, y mucho más allá. Inexplicable con palabras”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.

Bailarina de artistas como Madonna con quien estuvo en tres giras -Drowned world, Reinvention y Confessions-, Tamara comparte que desarrolló su propia técnica bajo el nombre “MovMEANT” para ayudar a las personas a liberarse de sí mismas a través de movimientos libres y vocalización.

“Siendo que ese es el primer lenguaje, es algo muy natural y sano volver a hablar (sin palabras). El movimiento hecho con conciencia es la forma más orgánica e innata para escuchar la verdadera conversación del cuerpo (que nunca te miente)”, explica.

Con esa técnica que considera terapéutica imparte clases alrededor del mundo; a causa de la contingencia por ahora lo hace de forma remota a través de videoconferencias.

“Funciona como magia, algunas veces no hay palabras para explicar los más profundos sentimientos, ahí se necesita MovMEANT para descargar la enérgica tóxica, si no la mente sufre porque el cuerpo no se puede expresar”, comenta.

En retrospectiva Levinson recuerda que su carrera no fue fácil y siempre fue vista como la rara al no lucir como otras bailarinas. En una audición, en un momento de su vida en que realmente necesitaba el trabajo, trató de lucir como las demás :con ropa sexy, maquillaje y todo el kit de la chica “atractiva”, pero aunque todos le aplaudieron no consiguió el empleo.

“Cuando fui a preguntar por qué no me eligieron me dijeron que era sobre talentosa pero no sabían dónde ponerme con el grupo de chicas elegidas porque mi “look” era raro”, relata.

“Ahí es cuando todo explotó y empecé a trabajar a pleno. Ser quien eres es lo más atractivo del mundo. Mi mantra es BEYOUtiful”, señala.

Y tuvo razón. Después de esa experiencia y siendo ella misma fue fichada por Madonna quien le dio su primer solista en su Drowned World Tour.

Actualmente ha bailado para otros artistas, en largometrajes y comerciales además de ser directora y coreógrafa.

rad

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