Cada 25 de diciembre un avión trineo surca los cielos de El Roblito, una pequeña comunidad de Nayarit, en la que prácticamente no hay hombres adultos.

Dicho vehículo viene tripulado por un hombre vestido de rojo y barba, aventando dulces a las decenas de niñas y niños que habitan el lugar y quienes casi al llegar a la adolescencia, deben buscar empleo para sobrevivir.

“Cuando llegué al lugar lo primero que me generó fue una sensación romántica de un paraíso infantil, pero luego entendí que no hay adultos porque éstos trabajan 24 horas al día, son migrantes, pescadores y los niños deben crecer rápido”, relata el cineasta Bruno Santamaría.

En ese mundo el realizador encontró a Arturo/Dayanara, joven que no hallaba cómo decirle a sus padres que le gustaba vestirse como mujer, aunque la madre estaba cómoda con saber de su homosexualidad.

Durante tres años Bruno trabajó en la comunidad ofreciendo talleres de cine y exhibiendo películas, así que cuando decidió retratar la vida de algunos del entonces llamado Arturo y otros infantes, no fue difícil obtener cómplices.

Así fue como salió Cosas que no hacemos, documental ganador en Perú, Argentina, Los Cabos y Ficunam, que se estrena hoy en salas.

“Para mí es una historia de crecimiento, de cómo los niños se van convirtiendo en adultos. Hay un momento en que la mamá de Arturo dice que lo peor es guardar un secreto y eso lo va animando, pero no era sencillo, cuando lo conocí él tenía 13 años, salió del clóset a los 16 y estuve ahí acompañando ese proceso”, cuenta.

“También está la historia de Carlitos y la ausencia de sus padres que tenían que irse lejos a trabajar y la de Estrella, todos tienen sus conflictos y confrontan a los padres”, abunda el realizador.

Santamaría prácticamente estuvo siempre con cámara a la mano. Durante más de 30 meses captaba cosas, como la llegada del Santa Claus y se metía entre los niños cuando se arrojaban por los dulces o la vez en que se divertían con unos globos.

“Sí había que tener la condición necesaria para seguirlos —recuerda divertido el realizador—, era poder aventarme al piso, sentir la sensación de crecer, un poco la niñez y recordar por qué no, la emoción por Santa Claus”.

Cosas que no hacemos ya tiene fecha de estreno en EU, octubre, en la plataforma PBS, también en Colombia.

En México se decidió hacer una corrida mixta, es decir, en circuito cultural y comercial.

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